El vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, en la presentación de las cifras de 2018
Parece que cada vez hay más gente que se conciencia de la labor social de la Iglesia, pues 8,5 millones de contribuyentes han elevado la asignación tributaria que se destina a esta al marcar la famosa ‘X’, pues se ha pasado de 268 millones de euros en 2017 a 285 millones (+6,7%, o lo que es lo mismo, 17 millones más). Una buena noticia, aunque conviene destacar que la principal fuente de financiación de la Iglesia siguen siendo las aportaciones voluntarias de los fieles (el cepillo). Eso sí, ante la crisis del coronavirus, harán falta más recursos.
Estas cifras han sido dadas a conocer este lunes, en una rueda de prensa del vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, que se ha retransmitido en YouTube y en Trece, y en la que han participado menos de diez periodistas a través de una videoconferencia vía Zoom. “Tenemos que ser capaces de hacer las cosas bien y de contarlas bien”, porque “la Iglesia no es una empresa ni un negocio”, ha subrayado Giménez Barriocanal. Al hilo de esto, conviene recordar que Hispanidad no ha sido invitada a dicho acto, cosa que sí ha ocurrido en otras ruedas de prensa de la Conferencia Episcopal, ¿eso es contar bien las cosas?
Entre las ‘Principales cifras de la economía de la Iglesia católica en España’, correspondiente a 2018, está el resultado de la liquidación de la asignación tributaria, que fue muy positivo, gracias al aumento de casi 27.000 declaraciones que marcaron la famosa ‘X’ (algo que hace uno de cada tres declarantes): 285,11 millones, superando en 686.000 euros la liquidación provisional publicada en febrero. De la cantidad obtenida en la declaración de la renta, la Iglesia recibió 256,54 millones y en el reparto, destacan algunas partidas, como: 202 millones (80% del total) en el sostenimiento de las diócesis; 18,395 millones en pagar la Seguridad Social del clero; 6,24 millones en aportación extraordinaria a Cáritas diocesanas; 5,13 millones en la campaña de comunicación y el Plan de Transparencia; 3,95 millones en proyectos de rehabilitación y en construcción de templos (352 y 52, respectivamente); 2,322 millones en retribuciones de los obispos. En total, se emplearon 252,78 millones, por lo que la diferencia de 3,76 millones respecto a lo recibido, se destinó a aportación de fondos al canal de televisión Trece.
Paralelamente, Giménez Barriocanal ha referido las cifras de la economía diocesana, que ha podido reducir su endeudamiento en 20 millones en 2018. En total, contó con unos recursos de 974,31 millones (+5,4%), de los que los ordinarios ascendieron a 921,28 millones. De estos últimos, el más importante sigue siendo las aportaciones voluntarias de los fieles (326 millones, un 34% del total), seguidas de la asignación tributaria (casi 225 millones, un 23% del total). Los gastos se situaron en 954 millones, de los que 885 millones fueron ordinarios, destacando que el 28% (271,78 millones) se destinó a conservación de edificios y gastos de funcionamiento y el 23% (220,78 millones), a acciones de pastoral y asistencia.
Ante el cierre de las parroquias durante casi dos meses, se han perdido unos 40 millones en el cepillo, la principal fuente de recursos de la Iglesia
Giménez Barriocanal ha dado también datos del portal ‘Dono a mi iglesia’, puesto en marcha para ayudar a las 23.000 parroquias de nuestro país: recibía donaciones de en torno a los 80.000 euros mensuales, dio un salto en abril, cuando se alcanzaron los 412.000 euros, y en mayo (hasta el pasado domingo), se superaban las 12.000 donaciones, lo que supone un importe de 1,1 millones, y la previsión es llegar a los 2 millones a final de mes. Un portal que se lanzó para intentar paliar la falta del cepillo por el cierre de las parroquias durante el estado de alarma, y aunque “no hemos hecho una estimación global porque cada diócesis lleva su economía, pero sí me atrevo a decir que se percibían 20 millones al mes”, ha explicado Barriocanal. Por tanto, se han perdido unos 40 millones en estos dos meses con las parroquias cerradas. “Confío y apelo a la generosidad de todos los fieles”, ha añadido.