• Ahora, ¡oh capitán mi capitán! lanza un opa…
  • Porque cree que puede apalancarse y ganar… gracias al apoyo del Gobierno español.
  • Pero el Ejecutivo ha cambiado de opinión: ahora tanto los españoles como los italianos son constructores.
  • Por lo general, la gente no busca el poder para obtener dinero sino el dinero para obtener poder.
Eran los tiempos en los que ACS participaba en Abertis como socio de referencia, tras venderle Unión Fenosa, a precio de oro, a Gas Natural. Entonces, Isidro Fainé ofreció a Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!) una fusión entre la concesionaria y la constructora. Pero ¡Oh capitán mi capitán! se negó porque entonces hubiera quedado como socio minoritario. Vamos que Pérez no mandaría. Los March, entonces socios de ACS, estaban deseosos de la operación pero Pérez no: primero echó a los March de ACS y luego, con una capitalización 7.000 millones inferior, se atreve ahora con Abertis. ¿La diferencia entre aquello y esto? Que ahora ¡Oh capitán, mi capitán! puede mandar. Le apoya el gobierno Rajoy, ciertamente, pero habrá que ver si logra aguantar el tirón, porque Atlantia está muy crecida. Además, Rajoy ya ha empezado a desmarcarse. En cualquier caso, el capitalismo no es una lucha de dinero, es una lucha de poder. Y es que cuando uno es multimillonario el dinero le dice poco. La gente inteligente no busca el poder para obtener dinero sino el dinero para obtener poder. Poder entendido, no como servicio, claro, tampoco como influencia, sino como capacidad para hacer daño o, al menos, conseguir el temor del prójimo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com