Los franceses han aprobado la sedación terminal. Es decir, lo del doctor Luis Montes, que ingresaba a sus pacientes el lunes y se le morían el martes, eso sí, sin dolor alguno, incluso sin consciencia, claro está. 

Para entendernos, sedación terminal es otra forma de llamar a la eutanasia. Eso, o simplemente, como la eutanasia no ha colado, porque eso del suicidio asistido suena bien cuando lo aplicas a los demás, pero no a ti mismo (un secreto: nadie quiere sufrir pero aun menos morirse, salvo los cobardes y los desesperados).

Le metes un chute a un enfermo terminal y sufrir no sabes si sufre, enterarse, no sabes si se entera… pero lo que está claro es que el que no te enteras eres tú

Los obsesos de la muerte, por ejemplo los franceses, han pasado a hablar de sedación terminal. Le metes un chute al paciente y este no sufre. (¿Seguro que no sufre?, ¿cómo lo sabemos? Ni sabemos si se entera pero, al menos, de lo que no tenemos duda alguna es de que el eutanasiador no se entera de nada ni pasa un mal rato viendo morir… que era lo que se pretendía.   

Sin dolor y sin consciencia, que eso es lo que pretenden los eutanásicos. ¿Por qué? Muy sencillo, para evitar que el hombre se prepare para la muerte. Por ejemplo, que se arrepienta del mal realizado, que se confiese, ese tipo de cosas tan nefastas. La solución no es dejar sufrir al paciente, sino aplicarle analgésicos del dolor y mantenerle su consciencia, es decir, su conciencia, es decir su libertad, el mayor tiempo posible para que no tenga una muerte dulce si no una muerte en libertad, que es otra cosa.  

Insisto, como lo de eutanasia sonaba fuerte hemos decidido cambiarlo por sedación terminal, de la misma forma que los aborteros decidieran prescindir de un término que no se prestaba al eufemismo y lo cambiaron por interrupción voluntaria del embarazo. Y tan voluntaria.

Buena prueba de que sedación terminal es otra forma de matar con mucha dignidad, la asociación Derecho a Morir dignamente ha aprovechado que la necedad pasa por Francia para hablar de los muchos enfermos que España no tienen acceso a cuidados paliativos. O sea, el revival de los 300.000 abortos clandestinos. Remember?

Ya saben: no te pongas malito en Francia y no seas tonto en España

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com