Volkswagen parece que está dispuesto a pasar del coche de combustión al eléctrico del tirón y sin el paso intermedio de los híbridos. De hecho, sus concesionarios españoles apoyan la estrategia de electrificación y la apuesta por democratizar el eléctrico (ha presentado el ID. 2All, que podría costar menos de 25.000 euros y se fabricará en Martorell).

El grupo automovilístico alemán, tras recibir más dinero público, ha empezado a construir la gigafábrica de baterías en Sagunto y también quiere electrificar su planta de Pamplona y la que Seat, que ha vuelto a beneficios por el impulso de la marca Cupra, en Martorell. La Asociación de Concesionarios de Volkswagen, Audi y Škoda (Acevas) y la Asociación Nacional de Concesionarios Sest (Ancosat) han celebrado el impulso que quiere dar el grupo a la movilidad eléctrica y hablan de “un impacto formidable en el empleo y en la economía”, pero cabe referir que el coche eléctrico necesita mucha menos mano de obra que el de combustión… así como empleos de otro tipo (mucho más tecnológicos), por lo que sí o sí, acabará habiendo ajustes. También aplauden el anuncio del coche eléctrico que costará menos de 25.000 euros y se fabricará en España, porque consideran que amplía el universo de clientes potenciales de vehículos eléctricos. Eso sí, consideran esencial el desarrollo de una infraestructura de carga de alta potencia para el despegue definitivo de este tipo de vehículos.

Llama la atención que Volkswagen no haya optado por el paso intermedio de los híbridos (o al menos no lo hace de forma general, sino sólo en algunos modelos, entre ellos el Golf), cuando es el segundo grupo mundial en ventas, después de Toyota; Alemania es el primer país productor automovilístico de Europa, seguido de España; y además, aún hay demasiada incertidumbre y problemas que rodean al coche eléctrico, como la falta de una gran red de infraestructura de carga. Eso sí, su apuesta va en línea con la defensa de la “estafa” del coche eléctrico que hizo la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, ante la negativa de Alemania, Italia, Polonia y Bulgaria a vetar los coches de combustión nuevos en 2035, una oposición que Bruselas trata de rebajar al dar una posibilidad a los que usen combustibles sintéticos en esa fecha. 

Claro que Volkswagen no sería el único grupo que no estaría pensando tanto en híbridos, sino más en eléctricos. Esto se puede ver en que hasta Luca de Meo, CEO de Renault, ha advertido a los defensores del motor de combustión que “nadie desarrolla ya nuevos motores de combustión en Europa”. Unas declaraciones del directivo italiano que llegan después de que desde la silla de la presidencia de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) -que agrupa a los 14 principales con sede en el viejo continente-, señalara que costará hasta 35.000 millones de euros la adaptación de los grupos automovilísticos a la norma Euro 7 (la cual quiere incluir el veto al coche de combustión). Eso sí, no hay que olvidar que Renault está haciendo curiosas alianzas, dado que franceses, japoneses, chinos y árabes controlarán su división de combustión, que incluye sus cuatro plantas españolas; y que hace un mes, desde ACEA, De Meo pidió a la Unión Europea una política industrial ambiciosa para un sector que debería recuperar ventas.

Y parece que no sólo Volkswagen y Renault están dejando de lado a los híbridos. La producción de coches en España prosigue con su recuperación, al aumentar un 14,1%, a 420.964 unidades, en los dos primeros meses del año, pero aún sigue siendo un 15% inferior a la del mismo periodo preCovid de 2019, según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Sólo en febrero, en porcentajes, los de gasolina (58,90%) y diésel (22,6%) siguen siendo los mayoritarios, seguidos a mucha distancia del eléctrico puro (7,5%)… y sorprende que este último gane al híbrido enchufable (6%) y al híbrido no enchufable o híbrido convencional (4,1%).

Producción de coches en febrero