El Tesoro Público ha colocado este martes 5.930,8 millones de euros en una subasta de deuda a medio y largo plazo, y en bono verde, con una demanda conjunta que ha alcanzado los 12.052 millones de euros.

En el bono verde a 20 años -que se emitió por primera vez en 2021 y que se dedica a financiar el fanatismo climático del Gobierno sanchista- ha adjudicado 1.057 millones con una rentabilidad del 3,745% (frente al 3,853% de la anterior subasta). 

En bonos del Estado a 5 años, el Tesoro ha subastado 1.447 millones, con un interés marginal del 2,491% (frente al 2,488% de la anterior subasta).

En obligaciones del Estado indexadas a la inflación de la zona euro a 10 años, ha vendido 591 millones, con una rentabilidad del 1,494% (frente al 1,478% de la pasada emisión).

Y por último, ha colocado 2.834 millones en obligaciones del Estado a 7 años, con un interés marginal del 2,929%.

Conviene recordar que las tres mayores agencias internacionales de calificación crediticia -que son Standard & Poor's, Moody's y Fitch- acaban de revisar al alza la calificación de la deuda de España y que la prima de riesgo ha caído al entorno de los 55 puntos básicos, dos estupendas noticias para la deuda española.

Ahora bien: lo que han dicho las tres citadas agencias de calificación es que el Reino de España está en condiciones de pagar la deuda, entre otras cosas por el crecimiento del PIB gracias al aumento de la población -que incluye el consumo de los inmigrantes no regularizados- y gracias al turismo. 

Pero lo que no te dicen las citadas agencias es si la economía española va bien, sobre todo la de cada español o la de los hogares.