Técnicas Reunidas sigue en pérdidas en los nueve primeros meses (-156,9 millones de euros), aunque son algo inferiores que las registradas en el primer semestre (-164 millones). Y ahora confía en que recibirá pronto el rescate de la SEPI, que se elevará a 340 millones, frente a los 290 millones planteados en un principio el pasado verano.

La compañía española especializada en ingeniería y construcción de infraestructuras para el sector del petróleo y del gas está controlada por la familia Lladó: su fundador, presidente de honor y primer accionista es José Lladó Fernández-Urrutia (87 años), dueño del 37,196% del capital a través de Araltec SL y Aragonesas Promoción de Obras y Construcciones SL. En junio de 2020, año en que la ingeniería celebraba su 60 aniversario, dejó todo el mando ejecutivo en uno de sus cinco hijos -Juan Lladó Arburúa (60 años)-, que hasta entonces era CEO, y otro -José Manuel- fue reelegido como consejero dominical. Eso sí, en el Consejo de Administración de la compañía no está ninguna de sus tres hijas: Pilar, María y Marta.

En junio de 2020, José Lladó Fernández-Urrutia dejó todo el mando ejecutivo en uno de sus cinco hijos -Juan Lladó Arburúa (60 años)-, que hasta entonces era CEO, y otro -José Manuel- fue reelegido como consejero dominical

Técnicas Reunidas ha acusado las pérdidas a la reprogramación de algunos proyectos importantes que tuvo que acometer en 2020, al impacto de la pandemia del Covid, así como al resultado financiero negativo (-16,7 millones) y a los impuestos (abonó 8,5 millones en el Impuesto sobre Sociedades). Unas pérdidas de 156,9 millones que contrastan con los 9,5 millones que ganó hace un año y también con el beneficio de 13 millones logrado en el conjunto de 2020. Eso sí, el presidente ejecutivo, Juan Lladó, ha destacado que “estamos seguros de haber alcanzado un punto de inflexión hacia la normalización y el crecimiento”.

Y para ello será clave el rescate de la SEPI (en concreto, del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de 10.000 millones del que el Gobierno aún sólo ha aprobado el reparto del 13,81% -1.381 millones- a ocho empresas) que Técnicas Reunidas prevé recibir pronto. Eso sí, será de 340 millones, algo más de lo que solicitó en un principio (290 millones): un préstamo participativo de 175 millones y otro ordinario de 165 millones, que vencerán en cuatro años y medio. Además, está el compromiso de conversión del préstamo participativo en capital por hasta 35 millones si la ingeniería realiza una ampliación de capital y la prohibición de pagar dividendos durante cuatro años y medio hasta que devuelva los importes.

 La ingeniería aspira a recibir de la SEPI un préstamo participativo de 175 millones y otro ordinario de 165 millones, que vencerán en cuatro años y medio. Además, no podrá pagar dividendos durante ese tiempo

Volvamos a los resultados. El resultado neto de explotación (Ebit) ha sido negativo en 147,8 millones hasta septiembre, frente al positivo de 33,4 millones de hace un año. Por su parte, las ventas han caído un 25%, hasta 2.104 millones, en los nueve primeros meses del año por la reprogramación de proyectos y por una ejecución más lenta, todo ello debido al entorno Covid. Una cifra que además es un 39% inferior respecto a la del mismo periodo de 2019, cuando aún no había estallado la pandemia, y que ha llevado a revisar a la baja la previsión anual a por encima de 3.000 millones, frente a los más de 3.500 millones del pronóstico anterior. La cartera de proyectos asciende actualmente a 10.399 millones, tras sumar 3.715 millones de nuevas adjudicaciones, destacando dos petroquímicas en Turquía o la ampliación de otra en Polonia.

Técnicas Reunidas ha cerrado los nueve primeros meses con una posición de deuda neta de 91 millones, frente a la posición neta de tesorería de 113 millones de hace un año. Eso sí, el pasado 1 de octubre recibió un pago importante (de 90 millones), que estaba previsto para antes del 30 de septiembre, por lo que habría tenido una deuda “cercana a cero”, según la compañía ha informado a la CNMV. La reacción en bolsa ante las resultados no ha sido buena (la cotización ha bajado un 1,44%), principalmente porque aparte de las pérdidas, las cifras de ventas y de Ebit han sido menores a lo que esperaba el consenso de los analistas.