Los sanchistas copan la aerolínea Iberia y el grupo aéreo al que pertenece (IAG), que están ahora en expansión, como se refleja en dos operaciones corporativas. Iberia está a punto de hacerse finalmente con Air Europa, según Cinco Días, un movimiento que se empezó a fraguar en noviembre de 2019; y ahora opta a la portuguesa TAP, tal y como avanza El Economista.

Luis Gallego, Juan Cierco y Javier Sánchez-Prieto forman parte de la ‘smart people’, el grupo afín a Pedro Sánchez que pretendía sustituir a la ‘beatiful people’ de la época felipista, y estos tres están presentes en Iberia e IAG. Gallego es el actual CEO del holding aéreo, cargo al que accedió tras haber estado al frente de Iberia. En septiembre de 2019, Cierco ascendió a director Corporativo de Iberia desde el cargo de director de Comunicación, Relaciones Institucionales y RSC de la aerolínea que ocupaba desde febrero de 2014. Desde su puesto actual, Cierco tiene responsabilidad sobre Relaciones Institucionales, Sostenibilidad, Desarrollo de Personas y Comunicación en Iberia (compañia que tendrá menos empleados vía prejubilaciones), y además recientemente ha sido nombrado nuevo presidente del Consejo de Turismo de la CEOE; y su cercanía al socialismo no es ningún secreto: se llevaba muy bien con Miguel Ángel Moratinos y también tiene muchos amigos socialistas que trabajan o tienen algún vínculo con Telefónica (Javier de Paz, los hermanos Gómez-Navarro y Miguel Barroso). Y por último, Sánchez-Prieto ascendió de Vueling a presidente y CEO de Iberia cuando Gallego pasó a la cúpula de IAG, y antes de trabajar en la low cost estuvo en Iberia como director financiero, cargo que previamente había tenido en otra low cost (Iberia Express).

La compra de Air Europa se empezó a fraguar en noviembre de 2019, con negociaciones entre Gallego y Javier Hidalgo, miembro también de la ‘smart people’ . Pero se ha alargado por el Covid, el cambio de precio y el tira y afloja con ‘Pepe Aviones’, que sustituyó a su hijo Javier en las negociaciones 

Vayamos ahora a las operaciones corporativas de expansión citadas. La compra de Air Europa se empezó a fraguar en noviembre de 2019, con negociaciones entre Gallego y Javier Hidalgo, miembro también de la ‘smart people’ y el hijo con el que más se ha enfrentado Juan José Hidalgo (más conocido como ‘Pepe Aviones’), presidente de Globalia -grupo propietario de Air Europa-. De hecho, esta compra se ha alargado por el batacazo del Covid, incluyendo hasta la renuncia y una segunda oportunidad, el cambio de precio, problemas de Competencia, y el tira y afloja con ‘Pepe Aviones’, que sustituyó a su hijo Javier en las negociaciones. En todo este tiempo no sólo bajó el precio (de 1.000 millones de 500 millones), sino que la aerolínea a adquirir ha recibido créditos avalados por el ICO por 140 millones, un rescate de la SEPI de 475 millones vía préstamos) y ha tenido pérdidas en 2020 y 2021. Eso sí, ‘Pepe Aviones’ ha sido un hueso duro de roer y al final logró que IAG aceptara que Air Europa vale 500 millones de euros. Esta aerolínea, que tiene a Jesús Nuño de la Rosa como CEO desde el pasado julio, ha seguido haciéndose valer ante la compradora, con la previsión de cerrar 2022 en equilibrio, tras fuertes aumentos de ingresos y ebitda. Ahora parece que Iberia, que ya tiene el 20% de Air Europa (al haber ejecutado un préstamo convertible de 100 millones), estaría dispuesta a un nuevo acuerdo de compra, asumiendo su deuda de unos 800 millones (incluyendo los créditos del ICO y los préstamos de la SEPI que se deben devolver, y la deuda comercial).

Paralelamente, Iberia-IAG opta a hacerse con la aerolínea portuguesa TAP, ahora propiedad del Estado luso: el pasado diciembre inyectó los últimos 980 millones de un rescate que ha ascendido a 3.200 millones y ha supuesto la recapitalización de la compañía. El ministro de Economía portugués, António Costa Silva, que debe ser confundido con el primer ministro luso, António Luís Santos da Costa (más comúnmente llamado también António Costa), ha referido en una entrevista con El Economista que “TAP ha creado las condiciones para que Iberia entre en su privatización”. En esta operación el holding aéreo IAG es el preferido por el Estado luso, aunque “otros operadores interesados pueden participar en la misma”: entre ellos, podrían estar el grupo aéreo alemán Lufthansa y el franco-neerlandés Air France-KLM. ¿Por qué quieren a Iberia? Sencillo, porque ya tiene conexiones con cuatro aeropuertos portugueses (los de Lisboa, Oporto, Faro y Madeira), hay conectividad entre el país vecino y Barajas, y sinergias, dado que TAP vuela a varios países de América (en concreto a Canadá, EEUU, México, Venezuela y Brasil).