Michael O'Leary anuncia el fin de los billetes a diez euros y subirá las tarifas durante los próximos cinco años
Ryanair está más cerca del fin de su modelo. A las huelgas que no afectan a su cotización, pero tampoco le ayudan a recuperar el terreno perdido, se suma una gran novedad: Michael O’Leary, CEO del grupo aéreo y gigante del low cost, ha anunciado el fin de los billetes a diez euros o menos, en una entrevista en la emisora de radio británica BBC 4, así como el aumento de tarifas y ha puesto como excusa el encarecimiento del combustible.
O’Leary ha señalado que unos billetes tan baratos “no los volveremos a ver en unos años” porque el mayor coste del combustible está incrementando las tarifas aéreas. Eso sí, al mismo tiempo, ha referido el aumentado de las facturas de energía de los hogares, “lo que afecta a los ingresos disponibles de los ciudadanos”, pero como dice el refrán (a río revuelto, ganancia de pescadores) y O’Leary parece dispuesto a pescar en ese río revuelto porque considera que “mirarán mucho más los precios y, en consecuencia, millones de usuarios se pasarán a las compañías de bajo coste”. Y Ryanair lo quiere aprovechar, aunque su tarifa aérea media subirá 10 euros, pasando de 40 a 50 euros, durante los próximos cinco años.
En paralelo, se está produciendo más caos aéreo por las huelgas. Continúa la de tripulantes de cabina de Ryanair, que se extenderá hasta el próximo 7 de enero si no hay acuerdo, y que hasta el día 11 de este mes acumulaba 18 vuelos cancelados y 784 con retrasos. Y a esta se suma la de los pilotos de la low cost británica EasyJet, que durará nueve jornadas y tiene el objetivo de desbloquear el convenio colectivo y recuperar las condiciones laborales preCovid. Ojo, porque esta última ha empezado justo este viernes, en víspera del puente del 15 de agosto y en plena operación salida y vuelta de vacaciones. Claro que los empleados de Plus Ultra, que fue rescatada por el Gobierno Sánchez a través de la SEPI con 53 millones, también podría ir a huelga, según informa Moncloa.com, si no se atiende a su petición de aumento del salario en función del que ha tenido el IPC.