Este jueves, Teresa Ribera ha vuelto a insistir en el error de no dar la más mínima oportunidad a las nucleares más allá de su calendario de cierre y no contempla la posibilidad de retrasarlo unos años. Un gran error, mientras defiende que “hay que buscar las mejores decisiones en términos de inversión para garantizar la seguridad energética y el despliegue de renovables, y un menor precio de la electricidad”, como ha señalado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum

Sin duda ninguna, el cierre de los siete reactores que están actualmente operativos en España no es la mejor decisión. Recuerden que es una energía que casi no emite CO2, barata, estable, funciona la mayoría de horas del año, garantiza el suministro, ofrece autonomía energética, tiene poca huella física y en 2021 fue la segunda fuente de generación de electricidad ligeramente tras la eólica (pero RTVE manipula eliminándola de un gráfico) y es un gran complemento de las renovables. Además, reemplazarla no es fácil: para sustituir cada gigavatio se necesitan cinco o seis de fotovoltaica, y supondrá que se queme más gas (el cual tiene ahora unos precios demasiado elevados), que sí emite CO2, para garantizar el suministro. ¡Ole! España va camino de repetir el desastre alemán, aunque por ahora sin aumentar el carbón y sin apostar por la exploración de hidrocarburos: “Tenemos herramientas para satisfacer las necesidades sin volver atrás”. Y mientras desde Finlandia ya se advierte que sin la energía nuclear Europa no logrará ser neutra en carbono ni autosuficiente

Ribera también es un ejemplo del caos y el cacao interno que hay dentro del Gobierno Sánchez. Critica los altos beneficios de las eléctricas y también refiere que “hay que ser cuidadosos con los mecanismos normativos y fiscales”

La vicepresidenta ecológica ha respondido a la pregunta de Hispanidad sobre si la actualización del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) que se realizará en 2023 podría contemplar el retraso del cierre de las nucleares unos años, después de que José Bogas, CEO de Endesa, planteara que “si para conseguir el objetivo se necesita retrasar el cierre de las nucleares cuatro o cinco años más tarde creo que no debería ser un problema”, en una entrevista en El Economista. Pero las palabras de Ribera no dan ninguna esperanza, ¡qué error!: “No tiene sentido jugar con hipótesis que no están encima de la mesa”, “se deben facilitar los objetivos de descarbonización”, “no forman parte de la ecuación en este momento” o “los escenarios son viables con lo que se está haciendo ahora”, han sido algunas de las frases de su contestación. ¡Mal vamos!

Ribera también es un ejemplo del caos y el cacao interno que hay dentro del Gobierno Sánchez, donde socialistas y neocomunistas no siempre coinciden. No ha aclarado si habrá o no un nuevo impuesto a las eléctricas, así que quien sabe... Y aunque ha señalado que aquí se han minorado algo sus beneficios (entre otras medidas con la ‘excepción ibérica’), “las presentaciones de resultados de las energéticas, no sólo de las eléctricas, reflejan altos beneficios, superiores a los de la media de empresas europeas” de dicho sector, lo que les causó “un punto de consternación y preocupación”. Eso sí, al mismo tiempo, refiere que “hay que ser cuidadosos con los mecanismos normativos y fiscales”, que “es el Ministerio de Hacienda quien debe liderar ese debate” y que “un mecanismo mal planteado podría acabar perjudicando a los consumidores”. Entonces, ¿en qué quedamos, habrá o no nuevo impuesto? No se sabe, lo único que hay claro, por ahora, es que el IVA de la luz bajará del 10% al 5%, claro que Ribera ha subrayado que “con rebajas fiscales no se resuelve el problema” de la electricidad. Y ojo, porque al mismo tiempo que critica los altos beneficios de las eléctricas y refiere el posible impuesto con pocas certidumbres, afirma que “nos toca invertir y reinvertir”, ¡prrrrr!, pero la cuestión es quién va a hacerlo con tanta inseguridad jurídica y poca claridad, y menos cuando un Gobierno sólo ve los altos beneficios de algunas empresas y olvida que estos se destinan a: impuestos, reservas (es decir, inversiones y reinversiones) y a dividendos.

Lo único que hay claro, por ahora, es que el IVA de la luz bajará del 10% al 5%, claro que Ribera ha subrayado que “con rebajas fiscales no se resuelve el problema” de la electricidad

Por último, Ribera ha presumido del timo del tope ibérico que también ha defendido RTVE en contra de todos y que lleva aplicándose una semana. De hecho, ha destacado que la ‘excepción ibérica’ supone entre 25 y 30 euros de media menos en el precio de la energía que sin dicho mecanismo (y olvida, cómo no, que luego hay que sumar la compensación a los generadores de dicho gas que tiene el precio topado). Esto un día después de que refiera dichas cifras y también que está a los consumidores que se benefician directamente de ello un ahorro en las facturas próximo al 10%. Además, quita importancia al hecho de que también está beneficiando a Francia, que ha aumentado sus exportaciones de luz española: “Hay que ser congruentes, porque necesitamos más Europa, interconexiones y mercado interior, y Francia está viviendo una situación terrible (ola de calor, tensión en su sistema de producción eléctrica porque parte del parque nuclear está parado) y vivimos en un continente en que si se puede, se debe ayudar”.

Esto ha sido lo más destacado de la intervención de la vicepresidenta ecológica, en la que también han aparecido otros temas de menor enjundia energética. Por ejemplo, el coche eléctrico y los puntos de recarga, el hidrógeno, la desertificación, la ley de Costas, la banda ancha o los incendios, entre otros.