Sin la energía nuclear Europa no logrará ser neutra en carbono ni autosuficiente, así lo ha advertido el ministro de Asuntos Económicos de Finlandia, Mika Lintilä, como recoge un artículo de World Nuclear News. Tanto en la Unión Europea como en España deben abrir los oídos a esto.

Recuerden que recientemente el Parlamento Europeo ha señalado que la nuclear y el gas no son energías verdes, marcando la intención de voto sobre un tema que se votará en un pleno a principios de julio, colocándose en sentido contrario a la Comisión Europea, que hace unos meses apostó por incluir ambas energías en la taxonomía verde europea. Y en España, la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, sigue empeñada en mantener el calendario de cierre progresivo de los siete reactores nucleares que están operativos entre 2027 y 2035, ¡un gran error! Y ya hasta se suma la manipulación de RTVE, que no tuvo ningún reparo en eliminar a la nuclear a la hora de explicar el funcionamiento del mercado mayorista de electricidad (el llamado pool), a pesar de que aporta el 20% de la producción eléctrica en España.

“El uso de las centrales eléctricas existentes debe continuar, como es el caso de la solicitud de Fortum para continuar las operaciones de sus unidades en Loviisa, o la construcción de nuevas centrales eléctricas”, explica Lintilä

“La energía nuclear juega un papel clave en la producción de energía limpia y el objetivo de Finlandia de alcanzar la neutralidad de carbono para 2035”, ha afirmado Lintilä, de hecho, genera un tercio de la electricidad de su país gracias a la actividad de cinco reactores. “Esto significa que el uso de las centrales eléctricas existentes debe continuar, como es el caso de la solicitud de Fortum para continuar las operaciones de sus unidades en Loviisa, o la construcción de nuevas centrales eléctricas”, ha explicado. “Debido a la guerra en curso en Ucrania, nos encontramos en una situación histórica en la que tenemos que encontrar soluciones energéticas independientes de las importaciones de Rusia. Junto con el cambio climático, esto plantea un desafío enorme, necesitamos hacer uso de todas las herramientas y capacidades para encontrar soluciones a estos desafíos y aumentar nuestra resiliencia”, ha añadido, por eso aunque los reactores modulares pequeños (SMR) son “una solución energética del futuro ampliamente discutida” y aún no están en uso comercial, cree que una forma de prepararse para ellos es armonizar la regulación.

El ministro de Asuntos Económicos finlandés ha referido que los proyectos de construcción tardan mucho tiempo desde la etapa de planificación hasta la puesta en marcha, aunque “el proyecto Olkiluoto 3 de TVO demuestra que la espera vale la pena”. Este reactor se empezó a construir en 2005, se preveía acabarlo en 2009, pero ha sido 13 años más tarde, con retraso y sobrecostes milmillonarios: se conectó a la red el pasado 12 de marzo y comenzará a producir electricidad en septiembre, es obra de Framatome (la antigua Areva, que fue adquirida por EDF) y es un reactor de tercera generación EPR -reactor de agua presurizada-.

“Tenemos una energía que es alucinante, fantástica y barata, que si la inventásemos hoy diríamos que hemos dado con la piedra filosofal, que se llama energía nuclear. El problema es que hemos cogido una declaración política al respecto y pensamos que no es buena”, afirma el profesor Pablo Foncillas 

En la mayoría del mundo se está dando un renacimiento nuclear, excepto en Alemania (que insiste en el error de cerrar sus últimas tres centrales a final de año) y en España, entre otros. El profesor y conferenciante Pablo Foncillas, autor de varios libros (por ejemplo Fact Energy), ha señalado que “tenemos una energía que es alucinante, fantástica y barata, que si la inventásemos hoy diríamos que hemos dado con la piedra filosofal, que se llama energía nuclear. El problema es que hemos cogido una declaración política al respecto y pensamos que no es buena”, en una entrevista en El Mundo. Asimismo, ha subrayado que “en la energía nada se improvisa. Y, en general, en España tenemos un histórico de haber improvisado decisiones que nos han perjudicado. Pero hasta un país como Alemania, que ha tenido una política energética determinada, a día de hoy se ha visto que igual no era la correcta”. Además, ha añadido que “las emisiones cero no existen: que seas neutro en emisiones no significa que no emitas”.

Alfredo García (más conocido en Twitter como Operador Nuclear) es un divulgador científico y operador y supervisor nuclear, entre otras cosas, que ha destacado que EDF ha publicado un análisis de todo el ciclo de vida de la flota nuclear francesa. La conclusión es que emite menos de 4 gramos de CO2 equivalentes por kilovatio hora, 13 veces menos que la solar fotovoltaica y 130 veces menos que el gas natural. O sea, que la nuclear es una energía limpia y casi no emite CO2, de hecho lo hace mucho menos que la fotovoltaica, entonces, ¿por qué no le gusta a Ribera, gran enemiga del CO2 y entusiasta de placas solares y molinos de viento? No se entiende.

Paralelamente, García difunde las cinco razones que da el movimiento ciudadano RePlanet por las que la energía nuclear debería incluirse en la taxonomía verde de la UE. Eso sí, no hay que olvidar que recientemente Bruselas tampoco ha hecho mucho más por impulsar la nuclear (¡un error!): se aprobó elevar la producción de carbón más del doble que la nuclear, dentro del paquete de medidas ‘REPower EU’ para reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos en dos tercios este año. Por tanto, se puede referir el cachondeo ideológico-verde de Europa, porque apuesta por el carbón, que sí emite CO2,... mientras persigue emisiones neutras. Por países, no sólo Alemania ha elevado la producción eléctrica con carbón, también en Grecia, que ha frenado su transición verde por la inflación y la guerra en Ucrania: ha decidido ampliar tres años más la fecha de cierre de las centrales térmicas de lignito y aumentará un 50% la producción. ¡Ole!

Y en estos momentos en España, con la chapuza del tope ibérico ya en vigor, que no está reduciendo el precio de la luz, y que se ha disparado la generación de las centrales de ciclo combinado ante la ola de calor y la falta de eólica, García resalta unas declaraciones de Ribera y le pregunta si se hace una idea de lo que pasará cuando cierren las nucleares. Y también el físico Manuel Fernández Ordóñez, director de Comunicación de Tecnatom, ha resaltado que cuando no hay viento hay que quemar más gas. En el entretanto, la patronal gasista Sedigas ha destacado que los ciclos combinados son claves para la seguridad de suministro eléctrico durante la ola de calor, pues evitan el desplome del sistema en épocas de menor producción renovable, como durante la actual ola de calor, considerada ya la peor de un mes de junio de los últimos 20 años.

Ribera quemar gas