
Repsol ha ganado a Iberdrola en el conflicto legal que inicio está última acusándola de supuesta competencia desleal y publicidad engañosa. El tema empezó ante el organismo regulador de la publicidad (Autocontrol), pero que al final llegó a los tribunales, y en gran medida tiene su origen en el nervisionismo del presidente ejecutivo de Iberdrola, Ignacio S. Galán, ante el fuerte crecimiento de Repsol en clientes eléctricos. Además, también hay cierto duelo por ser la energética más querida del PNV.
La eléctrica reclamó ante Autocontrol aludiendo a que Repsol hacia publicidad engañosa sobre sus combustibles 100% renovables, pero no logró el fallo que esperaba. Es más, Iberdrola salió escaldada porque no sólo el citado organismo dio la razón a Repsol en este caso, sino también en la denuncia de esta última sobre una publicidad de Iberdrola donde para promocionar sus calderas de aerotermia señalaba que Europa obligará a España a una eliminación gradual de las calderas de gas y de gasoil. Es más, en este último caso, Autocontrol consideró que Iberdrola sí hizo publicidad engañosa, y por eso pidió la rectificación de dicha campaña.
Claro que Galán no suele llevar muy bien que le digan ‘no’ y como Autocontrol no le dio la razón, acabó denunciando a Repsol en los tribunales, acusándole de greenwashing(blanqueamiento ecológico). En concreto, le denunció ante el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Santander por competencia desleal y publicidad engañosa, pero como en justicia, al igual que en palacio, las cosas van despacio, Iberdrola echó mano de la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, Ecologistas en Acción y Greenpeace en su guerra contra Repsol. Además, Galán utilizó la justicia para vender un nuevo concepto propagandístico (el blanqueo ecológico)... y RTVE, PRISA y la Agencia EFE se lo compraron.
Ahora este conflicto en los tribunales parece que está más cerca de su fin porque el Juzgado de los Mercantil nº 2 de Santander ha desestimado íntegramente la demanda interpuesta por Iberdrola contra Repsol por supuesta competencia desleal y publicidad engañosa. De hecho, desestima todas las reclamaciones sobre 15 contenidos y mensajes de la web corporativa de Repsol y contra tres campañas publicitarias de la compañía que dirige Josu Jon Imaz. Un fallo que aún es recurrible por parte de Iberdrola, pero que refleja la realidad del compromiso de Repsol con la sostenibilidad y una transición energética basada en la neutralidad tecnológica, así como “el afán de la compañía por comunicar de forma veraz y transparente”.
La sentencia ha puesto al descubierto la estrategia de Iberdrola de descontextualizar los mensajes y campañas publicitarias de Repsol para desacreditarla y así limitar la competencia en el mercado eléctrico, donde esta última es el cuarto operador y ya tiene 2,5 millones de clientes, un 15% más que al cierre de 2023, tras haber sumado 330.000 clientes en 2024). Asimismo, la sentencia ha subrayado el concepto de sostenibilidad ligado al famoso trilema energético y a “tres dimensiones: la ecológica, la económica y la social”, así como la necesidad de “un proceso de transición sin dejar a nadie atrás”. Además, el juez ha destacado que la transición energética de Repsol no es un acto publicitario sino un proceso que hace “sin comprometer la competitividad” y ofreciendo una oferta multienergética a través de la innovación, la tecnología y la industria.