La inmobiliaria, cuyo presidente y principal accionista con el 14,5% es Luis Hernández de Cabanyes, y que tiene a David Vila como CEO, ha registrado unas pérdidas netas en 2023 de 15,9 millones de euros, frente a las ganancias de 3,6 millones de euros que obtuvo en 2022, según ha informado este jueves la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Hablamos de Renta Corporación, que ha indicado que, en el sector inmobiliario, las tensiones inflacionistas y la subida de los tipos de interés, se han traducido en un incremento de los costes y de las rentabilidades exigidas, lo que ha conllevado una caída significativa de las transacciones y del volumen de inversión, impactando en las dos líneas de negocio.

Cae el beneficio y del mismo modo los ingresos, que se quedaron en 42 millones de euros en 2023, un 22% menos que en 2022. De esta cantidad, 38,5 millones de euros correspondieron al negocio transaccional (venta de inmuebles y gestión de proyectos inmobiliarios), que experimentó una caída del 9,3%, mientras que 3,4 millones procedieron del negocio patrimonial, un 2,7% menos. Este último incluye la gestión de las socimi Vivenio y Wellder.

Recordemos que Renta Corporación dio el salto al sector de la vivienda de lujo lo que convirtió a la compañía en promotora especializada en la compraventa y rehabilitación de edificios, concretamente en Madrid y Barcelona.

La empresa continuó con la compra edificios para reformarlos y después venderlos, un negocio lucrativo, pero extremadamente dependiente de los vaivenes del mercado, por lo que decidió diversificar su estrategia con la creación de Wellder, socimi especializada en residencias de la tercera edad; Cabe, que se dedica al alquiler de trasteros urbanos, y Vivenio, socimi que trabaja en el nicho residencial de alquiler.

Relacionado

La gestión de estas socimis generó a la compañía unos ingresos totales de 2,1 millones de euros, 2,6 millones de euros menos que en 2022. Por su lado, el resultado bruto de explotación (Ebitda) también se ve afectado, se coloca en números negativos de 13,6 millones de euros. 

Malos resultados para la compañía que cae un 7% en el Mercado Continuo, lo que afectará no sólo a la familia Hernández de Cabanyes, sino también al resto de accionistas. Como Gregoire Bontoux-Halley, inversor francés afincado en España desde hace años y descendiente de una rama de la familia fundadora de Carrefour, el gigante galo de la distribución, tiene el 5%.

O a Baldomero Falcones, empresario y expresidente de FCC, entró en Renta Corporación en 2015 al comprar la participación del 5% que tenía la Sareb. Asimismo, impactará al 3% que tiene Fundación Renta Corporación, de la que es presidenta la esposa de Luis Hernández de Cabanyes, y al 6,8% en manos de María Iría Urgel, hija del fundador de Pachá. 

Así como a los hijos de Blas Herrero, Blas y Vanesa Herrero Vallina, que cuentan con el 9,84%. Blas Herrero es dueño de Kiss FM y en su día, en 2020, hizo una oferta a PRISA para comprar, nada más y nada menos que El País y la Cadena Ser. Dicen que por 200 millones de euros.