Renfe presume de que este jueves su AVE low cost, el Avlo, llega a Andalucía y de sus precios económicos. Claro que lo hace dos meses después que su rival italo-español Iryo, aunque sí saca ventaja a su rival francés Ouigo, que llegará a tierras andaluzas en el segundo semestre.

El operador público ferroviario que preside el socialista Raül Blanco, por ahora (ya saben que ha habido adelanto electoral al 23-J tras el batacazo del PSOE el 28-M), sigue reduciendo pérdidas, ha disparado el resultado bruto de explotación -ebitda- y ha crecido en ingresos, gracias al menor precio de la energía y el fuerte aumento en pasajeros (en parte por los abonos gratuitos de Cercanías y Media Distancia). En concreto, ha reducido un 30,4% las pérdidas, a 67,6 millones de euros, en el primer cuatrimestre, incluyendo un beneficio de 2,81 millones en abril. El ebitda ha ascendido a 70,9 millones (+157,7%) y los ingresos se han situado en 1.332,3 millones (+5,7%) gracias al incremento en viajeros (+31%, a 170,4 millones).

Domínguez ha anunciado el inicio de una segunda fase de liberalización ferroviaria de AVE, tras la realizada en los corredores de Barcelona, Levante y Andalucía. Es decir, España seguirá ‘haciendo el primo’ en materia ferroviaria, pero en más trayectos... y dentro de casi 10 años la liberalización llegará a Cercanías y Media Distancia

En el entretanto, España sigue ‘haciendo el primo’ en materia ferroviaria, pues aún no llega a Francia e Italia, pero sí tuvo que abrir sus puertas a la competencia en alta velocidad hace unos años. En mayo de 2021, el operador público ferroviario francés, SNCF, lanzó Ouigo en la ruta Madrid-Barcelona, adelantándose al Avlo; meses después rompió la sociedad conjunta (Elipsos) que tenía con Renfe y operaba las conexiones con Lyon, Marsella y París; y desde entonces ha puesto trabas a que el operador español esté presente en solitario en suelo francés. Y la cosa no acaba ahí, el pasado noviembre, llegó a nuestro país Iryo, el AVE propiedad de Air Nostrum -o sea, de los fundadores del IVI-, Trenitalia y Globalvía, a la ruta Madrid-Barcelona.

Tanto el rival francés como el italo-español de Renfe siguen sumando trayectos, al tiempo que se quejan de los cánones que se pagan a Adif, pese a que sabían lo que había cuando llegaron. Así ha pasado en una reciente jornada sobre liberalización organizada por la CNMC, donde la directora general de Ouigo, Hélène Valenzuela, ha insistido en que aún no se ha adaptado en España la directiva europea sobre cánones y que los trenes son el sector que más electricidad consume en España pero no ha tenido ayudas del Estado en ese aspecto, y ha advertido del exceso de oferta en algunas rutas y el descenso de precios. Por su parte, Simone Gorini, CEO de Iryo, ha pedido rebajar los cánones, se ha quejado de que el sector del ferrocarril no sea considerado electrointensivo y ha avisado de que la oferta de alta velocidad es más alta que la demanda en algunas rutas. La respuesta de la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, ha sido que “con la bajada del 21% de la tarifa realizada en 2021 y mantenida estos años creemos que no se puede afirmar que nuestros niveles de cánones sean elevados”, y que en el trayecto Madrid-Barcelona están en niveles similares a los de Alemania y muy por debajo de los que se aplican en Francia.

Y ojo, porque Domínguez ha anunciado el inicio de una segunda fase de liberalización ferroviaria, tras la realizada en los corredores de Barcelona, Levante y Andalucía. Es decir, España seguirá ‘haciendo el primo’ en materia ferroviaria, pero en más trayectos. Hace unos meses, cuando Isaías Táboas aún presidía Renfe, refirió que la estrategia pasa por hacer más competitivo a Renfe y el Avlo, que “llegará a todos los destinos y paradas”, con la vista puesta en “prepararnos casi con 10 años de tiempo para la siguiente oleada de liberalización" (la de las Obligaciones de Servicio Público (OSP), es decir, los servicios de Cercanías y Media Distancia.