La subida de los tipos de interés -por cierto, todavía no se ha materializado- animará el negocio típico bancario y, por ende, fomentará el aumento de la rentabilidad de las entidades. En ese escenario sería lógico pensar que no habrá más fusiones: si los bancos superan el coste del capital, no tendrán que seguir recortando costes, que ha sido la principal motivación de las fusiones.

Están equivocados. La subida de tipos no frenará las fusiones. Lo dijo Pablo Hernández de Cos el viernes 24, en la clausura del curso de economía organizado por la APIE y celebrado durante toda la semana en la UIMP, en Santander. Y esto es bello e instructivo, porque, según el gobernador del Banco de España, el sector seguirá soportando una elevada tensión durante los próximos años debido a la fuerte competencia y a la digitalización.

En otras palabras, hemos cambiado los efectos de los tipos de interés negativos por los de la digitalización y la competencia. La conclusión, al final, es la misma: los bancos deben fusionarse para ganar escala y ser rentables. Y si eso les sucederá a los bancos, no esperen que el futuro de las cooperativas de crédito vaya a ser muy distinto. Pero esa es otra historia que, de momento, está metida en un cajón del ministerio de Asuntos Económicos.

Por lo demás, los bancos españoles están bien preparados para afrontar, incluso, el peor de los escenarios posibles. Lo que no está tan claro es que la economía de los españoles vaya a soportar la situación con la misma alegría.

Para terminar, Hernández de Cos defendió la labor del Banco de España frente a las críticas de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. El gobernador insistió en que nunca se pronuncia sobre comentarios de terceros, pero aprovechó para recordar los dos pilares del Banco de España: rigor analítico e independencia. Además, recordó que el Congreso -la comisión de Economía- avaló el informe anual que él mismo presentó a principios de junio.