El pulso entre eléctricas y Gobierno sigue sumando capítulos en este contexto en que la luz no baja y sigue encadenando un récord tras otro sin remedio. Ignacio S. Galán, presidente y CEO de Iberdrola, se ha lanzado a por Teresa Ribera y también ha lanzado un órdago a los socialistas al fichar a Antonio Miguel Carmona, pero Moncloa no se ha quedado parada: ha respondido usando El País gracias a Miguel Barroso, consejero -y quien realmente manda en PRISA-.

Este pasado fin de semana ha sorprendido una noticia publicada en el diario insignia del grupo mediático que tiene como director financiero al yerno de Galán, David Mesonero, desde hace unos meses. En concreto, la noticia se titulaba “La principal eléctrica va al choque con el Gobierno” y, aunque curiosamente la firmaba el corresponsal político de El País, Javier Casqueiro, son muchos los que atribuyen el titular al propio Barroso. Y en declaraciones a este periódico, Galán afirmó que “lo que no puede ser es que el Gobierno tenga a la oposición dentro del propio Gobierno; con extremistas dentro del Ejecutivo no se puede gobernar”, y que “este ambiente de confrontación actual no es bueno para España y la recuperación, pero yo le atribuyo la mayor responsabilidad al que tiene el poder real para actual”.

Claro que desde los “extremistas” de Unidas Podemos también ha habido respuesta desde su Uni de Otoño. La ministra de Igualdad (o más bien, igual da), Irene Montero, ha señalado: “Al señor Sánchez Galán le puede venir bien leer la Constitución española para que entienda que toda la riqueza de nuestro país está en manos del interés general”.

 

Atrás quedan los tiempos en que al inicio de 2020, Galán elogiaba el plan de transición ecológica de Ribera, señalando que era un plan “con visión de largo plazo, sólido, bien hecho y ejecutable”, o cuando parecía el fiel lacayo de la vicepresidenta ecológica cuando esta fue desautorizada (ya no presidiría el comité de la desescalada, sino que lo haría el propio Pedro Sánchez), defendiendo que “la recuperación tiene que ser verde”. Además, esta apuesta también la hizo fuera de nuestro país, pues Galán se unió a la Alianza Europea para una Recuperación Verde, que también respaldaba Ribera, pidiendo a Bruselas que usara el Pacto Verde como la gran palanca para la recuperación económica tras la crisis del Covid-19.

Las eléctricas ya postulan un relevo para Ribera por su inexperiencia empresarial (no como su homóloga marroquí Leila Benali), que podría ser la próxima víctima de la política ‘kleenex’ de Sánchez dentro de unos meses

Ahora, sobre todo tras el alza del precio de la luz y el decretazo que minora los ingresos de las eléctricas, las cosas son bien distintas. Galán empezó el ataque en la última Junta de Iberdrola y hace unos día aludió al “intervencionismo terrorífico” que se está dando en el sistema eléctrico español, destacando la importancia de la seguridad jurídica y de generar un clima que transmite “confianza a los inversores”, e incluso ha anunciado parálisis de inversiones. Así dejaba ver que se estaba dando cierta inseguridad jurídica, un argumento que respaldó Marina Serrano, presidenta de la patronal eléctrica Aelec: se trata de una gran canallada porque dicha inseguridad se da cuando se firma un contrato y a mitad de partido se cambian las reglas de juego, y es el argumento que muchos fondos de inversión que tienen laudos abiertos contra España llevan tiempo utilizando.

Con el decretazo se produjo la parada de instalaciones eólicas y fotovoltaicas, ante la minoración de ingresos y Ribera echó más leña al fuego señalando que la CNMC investigará dichas paradas. Claro que esto no le hizo ganar puntos en el pulso a las eléctricas, sino empezar perdiendo, porque se ha abierto a modificar el decretazo, el cual se debatirá y votará en el Pleno del Congreso el próximo 14 de octubre. No hay que olvidar que Galán sorprendió con el fichaje del socialista Antonio Miguel Carmona y que las eléctricas ya postulan un relevo para Ribera por su inexperiencia empresarial (no como su homóloga marroquí Leila Benali), que podría ser la próxima víctima de la política ‘kleenex’ de Sánchez dentro de unos meses. Claro que ahora Moncloa ha respondido usando su diario de cabecera.