Asistimos a otro paripé de la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, y ya lleva unos cuantos. Un día después de que desde el Gobierno, en especial en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, se criticara mucho al PP por el rechazo al real decreto ley de ahorro energético que se votará en el Pleno del Congreso de los Diputados, se abrió a tramitarlo como proyecto de ley, pero al final no lo hará. Y ojo, aunque venga de Bruselas y sea el paso previo del plan de contingencia que se presentará en septiembre, no abaratará las elevadas facturas energéticas.

Desde el PP, su portavoz en la Cámara Baja, Cuca Gamarra, ha justificado el rechazo señalando que dicho decreto es un plan “aprobado de forma unilateral”, que “representa una imposición”, pues “no son recomendaciones, sino obligaciones”. Por ello, ha exigido al Gobierno negociar otro decreto ley con medidas de ahorro energético y aprobar por separado otro nuevo con las ayudas al transporte y las becas al estudio. Mientras, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha expresado su “absoluto convencimiento” de que la mayoría que posibilitó la investidura de Pedro Sánchez avalará el citado decreto, que sólo permitió ahorrar un 3,7% de energía en su primera semana. Por su parte, Vox y Cs también han anunciado que rechazarán el decreto. 

El PP exige al Gobierno Sánchez negociar otro decreto ley con medidas de ahorro energético y aprobar por separado otro nuevo con las ayudas al transporte y las becas al estudio

En el entretanto, las energías siguen siendo caras y el Gobierno hace poco para paliar los efectos. El gas sigue disparado, y más después de la parada del gasoducto Nord Stream 1 unos días por mantenimiento y el nuevo temor a que Rusia no reanude después el suministro. Un gas caro que supone otra muestra del fracaso del tope ibérico, que conlleva compensar a sus productores, y que mantiene la electricidad en caros niveles: si este miércoles 23 el precio medio para los clientes de tarifa regulada era de 436,25 euros por megavatio hora (MWh), el próximo jueves descenderá levemente a 382,11 euros/MWh. Y por cierto, el IVA del gas en España sigue en el 21%, mientras en otros países ha bajado (por ejemplo, en Alemania, lo ha hecho del 19% al 7%), y ojo, porque la Agencia Internacional de la Energía avisa de precios altos de gas... ¡hasta 2025! Por su parte, el petróleo, en concreto el barril de Brent -de referencia en Europa-, ha vuelto a superar los 100 dólares tras el anuncio de que Arabia Saudí podría reducir la producción… y esto no es bueno teniendo en cuenta que en las últimas el gasóleo y la gasolina se habían abaratado un poco. Y la bombona de butano tiene su precio congelado en 19,55 euros hasta final de año, un récord que supera los que tuvo con José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, porque si no el pasado julio habría subido otro 5%.

Y desde el Gobierno se ha hecho más bien poco en materia de impuestos de la energía. Es cierto que se han reducido varios de la luz, pero no se ha rebajado el IVA del gas ni el de los carburantes, como se ha hecho en otros países. Se augura un invierno negro respecto al precio del gas... y de la factura eléctrica, y la solución sería sacar el gas del pool eléctrico y poner precio fijo al resto de tecnologías. Además, también convendría replantearse el cierre de las nucleares, que proporcionan energía barata, que casi no emite CO2, asegura el suministro y es el mejor complemento de las renovables para llegar a la neutralidad en carbono. 

El déficit provisional del sector eléctrico fue de 1.051,8 millones en junio, pero aún seguimos pagando el elevado déficit de tarifa que generó Zapatero con sus generosas primas a las renovables, que llegó a casi 30.000 millones y que había bajado a 12.182 millones en 2021, por lo que aún tardaremos años en liquidarlo (y encima conlleva intereses)

Paralelamente, la CNMC ha dado a conocer la liquidación 6/2022 del sector eléctrico, que ha arrojado un déficit provisional de 1.051,8 millones de euros… pero no se puede olvidar que aún seguimos pagando el elevado déficit de tarifa que generó Zapatero con sus generosas primas (subvenciones) a las renovables, que llegó a casi 30.000 millones y que había bajado a 12.182 millones en 2021, por lo que aún tardaremos años en liquidar dicha deuda (y encima es también una deuda financiera, porque se abonan los intereses). Asimismo, se recoge que desde el 1 de enero se han liquidado 2.759 millones en energías renovables, cogeneración y residuos: 2.724 millones son pagados con cargo al sector eléctrico, mientras que 35 millones lo son con cargo a Presupuestos Generales del Estado y corresponden al 50% de la retribución específica de instalaciones ubicadas en territorios no peninsulares.

El regulador de la Competencia también ha publicado la liquidación provisional 9/2022 del sector gasista, que cubre de octubre de 2021 a junio de 2022: ha arrojado unos ingresos liquidables de 2.144 millones, un 6,5% inferiores a los del mismo periodo del ejercicio anterior, pese a los altos precios de esta energía. Cifras que se han conocido después de haber aprobado la liquidación definitiva del año 2021 del sector gasista (que comprende de enero a septiembre), que ha registrado un superávit de 81 millones, inferior al del año 2020 y se utilizará para amortizar parcialmente el déficit histórico acumulado desde 2014.