La aventura del Metaverso le está saliendo muy cara a Mark Zuckerberg, que ahora -lo anunció en la tarde del jueves- se ha visto obligado a acudir al mercado de deuda con la emisión de bonos, que podría alcanzar los 10.000 millones de dólares. Es la primera vez que lo hace porque hasta ahora, la compañía, dueña también de Instagram y Whatsapp, se valía con los ingresos generados por la publicidad, su negocio principal.

Lo cierto es que Facebook no está, precisamente, en su mejor momento: a la pérdida de usuarios en 2021 -un millón se dieron de baja, algo histórico- a la caída, también histórica, de su cotización -alrededor del 55% desde enero- se suman los malos resultados del primer semestre, con una caída del 36% del beneficio provocada por el alza de los gastos operativos.

La emisión de bonos irá destinada a objetivos “corporativos generales” que, en el contexto actual de la compañía, puede significar de todo: desde más inversiones para el metaverso hasta para cubrir una fuerte reducción de plantilla. Recuerden las recientes palabras de Zuckerberg: muchos “no deberían estar aquí”.

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