Orange España cerró 2022 con unos ingresos de 4.647 millones de euros, un 1,5% inferiores a los de 2021, y un Ebitda de 1.111 millones, un 4% menor que el del año anterior. Tampoco fue un buen año inversor, ya que estas, las inversiones, cayeron un 9,1% y no superaron los 863 millones de euros.

La buena noticia, y a lo que se aferró este jueves el todavía CEO, Jean François Fallacher -el 1 de abril asumirá la dirección de Orange Francia- es la positiva evolución de los ingresos durante la segunda mitad del año. En el tercer trimestre aumentaron un 0,2% y en el cuarto, un 2,3%.

Volviendo a la comparativa anual, descendieron los ingresos por servicios minoristas (-1,9%, hasta los 3.136 millones), los de servicios solo móvil (-8,7%, hasta 790 millones) y los de servicios mayoristas (-2,4%, hasta 878 millones). Los ingresos por servicios convergentes se mantuvieron en los 1.870 millones y aumentaron los de servicios solo fijo (+0,6%, hasta 436 millones) y los de venta de equipos (+1,7%, hasta 632 millones).

En el plano comercial, el número de clientes de banda ancha se redujo un 1,2% hasta los 3,9 millones de clientes, mientras que los de televisión aumentaron un 23%, hasta los 1,2 millones. En cuanto a móvil, cerró el año con 16,9 millones de clientes, un 3,8% más que en 2021, de los que 15,2 millones son de contrato (+4,3%) y 1,7 millones, de prepago (-0,4%).

En resumen, Orange España mejoró un poco en 2022 gracias al ahorro de costes y la mejora de los ingresos minoristas y, si todo sigue su curso establecido, la compañía será rentable al final del presente ejercicio.

Más allá de los resultados, el otro asunto que acaparó el interés de la presentación fue la joint venture con MásMóvil y las condiciones que podría imponer Bruselas. Según Fallacher, sin embargo, Europa debería dar luz verde sin imponer ‘remedies’, por las características del mercado español, en el que compiten hasta 8 operadores convergentes. “Si hay remedies deberían ser muy leves”, afirmó. Entre sus argumentos, que MásMóvil apenas tiene infraestructuras, algo que pone en duda los anuncios de inversión realizados por Meinrad Spengerd, CEO de MásMóvil, a lo largo de los últimos años.

Y si los remedies son muy exigentes, ¿existe la posibilidad de que la operación no se lleve a cabo? “Vamos a esperar a lo que digan las autoridades europeas”, señaló Fallacher. De momento, está siendo analizada en Bruselas, que podría solicitar más información a finales de marzo, lo que aplazaría la resolución hasta el segundo semestre del año.

En cuanto al grupo, los ingresos aumentaron un 2,2% y alcanzaron los 43.471 millones de euros y el beneficio fue de 2.617 millones, tres veces superior al de 2021. Lo más preocupante fue el aumento de la deuda, que cerró el año en 25.300 millones de euros, 1.000 millones más en solo doce meses. Y eso sin contar con los más de 6.300 millones de deuda que acumula MásMóvil. Claro que el accionista de referencia es el Estado francés y eso da mucha seguridad.