Telecom Italia aún no se ha recuperado del shock producido por la opa -noviembre 2021- de KKR, que provocó, entre otras, la salida del Ceo, Luigi Gubitosi, acusado de colaborar con el fondo norteamericano. De esta manera, al cierre del primer trimestre y con la opa paralizada, la teleco italiana registró unas pérdidas de 204 millones de euros, un 10,5% inferiores, eso sí, a las de 2021. Son unos resultados mejores de lo esperado por los analistas, lo que no ha salvado a la cotización de importantes caídas, que este viernes llegaron a superar el 4%.

Lo más positivo fue el ebitda, que aumentó un 13,4%, hasta los 1.316 millones, a pesar de que la facturación se redujo un 2,3% y no superó los 3.644 millones.

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Lo más preocupante, en cualquier caso, fue la evolución de la deuda, que en último año aumentó en 1.500 millones -500 millones en el trimestre- hasta situarse en los 22.600 millones.

Telecom Italia fía parte de su futuro al mercado brasileño, donde ha adquirido, junto a Telefónica y América Móvil (Carlos Slim) el negocio móvil de Oi. La italiana espera aumentar los ingresos de 2022 en 1.800 millones de reales brasileños (unos 334 millones de euros) y el ebitda en 1.100 millones de reales (unos 204 millones de euros).

En resumen, entramos en el tipo de gestión propio de un fondo: ¡Que no les pase nada!