La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera
La cuenta atrás para la Cumbre del Clima (COP25) va llegando a su fin y decíamos que la urgencia climática requiere contar con todas las fuentes bajas en carbono (entre ellas, la nuclear). De hecho, el mix energético y ecológico que quiere la ONU lo forman tres tecnologías: renovables, nuclear y captura y almacenamiento de carbono. Así, se recoge en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas.
Se trata de una tecnología que en su operación no produce emisiones de CO2 y que en su ciclo completo de vida tiene unas emisiones medias de 12 gramos de CO2 por kilovatio-hora (kWh), similares a las de la eólica y menores a las de otras renovables. Por tanto, la nuclear juega un importante papel en la limitación del calentamiento global a 1,5ºC.
Sin embargo, la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, pasa de todo lo anterior e insiste en el cierre progresivo de los siete reactores españoles entre 2027 y 2035, que depende de muchos factores, según ha señalado en una entrevista para La Razón. Entre ellos, ha destacado que “el conjunto del parque nuclear español está a punto de cumplir el ciclo de 40 años para el que inicialmente fue diseñado y por tanto su continuidad queda vinculada, entre otros factores, a inversiones importantes de actualización de las condiciones de funcionamiento”.
Al operar, la nuclear no emite CO2 y en su ciclo completo de vida sólo emite 12 gramos de CO2 por kilovatio-hora (kWh), similares a las de eólica
Actualmente, los reactores españoles llevan entre 31 y 36 años en operación. Ribera intenta valerse de esto como excusa, pero olvida que en EEUU, la mitad de los reactores (49 de 98) ya tienen más 40 años, que 90 van a operar durante 60 y que algunos ya están pidiendo que se alargue su vida útil a 80. Y lo de las “inversiones importantes de actualización” también es otra excusa, porque el Gobierno (ahora en funciones) prevé que se destinen unos 200.000 millones de euros a la descarbonización, de los que el 80% serán inversiones del sector privado, entre ellas, muchas en renovables.
Y alegría en Martorell: Seat no hará ERTE
Seat ha decidido no presentar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) en su planta de Martorell. Con esta medida, pretendía afrontar la caída de la producción (la fábrica llegó a estar parada varios días) que sufre tras el incendio en una planta de su proveedor Faurecia: calcula que ha dejado de ensamblar unos 12.100 vehículos hasta ahora.
En vez de un ERTE, la filial española del grupo Volkswagen ha optado por aceptar la propuesta del comité de empresa: la plantilla (en concreto, los 6.600 empleados que hay en producción) trabajará los días 18,19 y 20 de diciembre, así como tres sábados de enero para ensamblar el modelo Audi A1. Así, esperan poder recuperar la producción de 6.700 coches. Además, la compañía ha explicado que las líneas 2 -Seat León- y 3 -Audi A1- continuarán sin funcionar el próximo lunes y que espera que puedan volver a abrir a lo largo de la semana que viene (por ahora, sólo funciona la 1, que ensambla el Seat Ibiza y el Seat Arona).