
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha asegurado desde Sevilla que logrará aprobar la reducción de la jornada laboral: “tardaremos lo que tardaremos, pero vamos a ganar”. En su punto más Yoli ha llegado a afirmar que “no es una variable económica más”, sino “un motor de esperanza en el conjunto del país y del mundo", recuerden que al reducir la jornada, "los españoles seremos más felices".
Yoli sigue a la espera del sí de Junts, y mientras espera nos regala poesía pura... y en su espera paciente, se siguen publicando informes de la realidad del mercado laboral que demuestran cómo miente.
Reducir la jornada laboral es construir sociedades más felices: más tardes al sol, poder tomar una caña; o menos agobio por no llegar al colegio a recoger a los niños. Os recomiendo esta tribuna sobre la necesidad de trabajar menos para construir sociedades más humanas. elpais.com/opinion/2025...
— Yolanda Díaz (@yolandadiaz.bsky.social) 21 de mayo de 2025, 9:21
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Empecemos por FEDEA que ha presentado el décimo tercer Observatorio trimestral del mercado laboral. Coordinado por Florentino Felgueroso (FEDEA) y Rafael Doménech (BBVA Research), en el que han participado Juan Ramón García (BBVA Research), Marcel Jansen (UAM y FEDEA), Ignacio Conde Ruiz (FEDEA y UCM), Sirenia Vázquez (BBVA Research) y Analía Viola (FEDEA)
Principales resultados, por un lado: "La población asalariada con contrato temporal creció más que la indefinida y la ocupada por cuenta propia, por lo que la tasa de temporalidad interrumpió la senda descendente iniciada en 2021".
Seguimos con: "Las personas de nacionalidad extranjera explicaron el grueso de la creación de empleo y del incremento de la población activa". A lo que añadimos: "Las horas trabajadas por el conjunto de la población ocupada disminuyeron debido a la reducción del margen intensivo". Y lo concluimos con: "El aumento de los costes laborales cobró impulso, sobre todo por hora".
En resumen, el trabajo sigue siendo precario frente a lo que asegura la señora Yolanda, no se crea trabajo, sino que se reparte el poco que hay, la población extranjera es la que justifica el aumento de empleo, las horas de trabajo siguen cayendo, eso sí, cada vez es más caro contratar y las cotizaciones seguirán subiendo, eso seguro. Dicho de otra forma, tenemos todos los ingredientes para ser muchos años más el país con más paro de la OCDE y de toda Europa, pero Yoli nos hará más felices.
También lo denuncian desde el Gabinete de Estudios de la Unión Sindical Obrera (USO), en el que alertan de que España cuenta con 1.265.890 parados más que el dato oficial de paro registrado por los Servicios de Empleo Público Estatal. Es más, después de tres años de la reforma laboral, hay 16.165 personas desempleadas más, a pesar de que hay más trabajadores en el mercado laboral.
Así lo explica el responsable del Gabinete de Estudios, José Luis Fernández Santillana, que afirma que si bien el paro registrado habría disminuido en 509.785, "el paro real, es decir, el número de personas registradas en el SEPE y que no trabajan, se habría incrementado en 16.165, un 0,4%".
Esta diferencia en los datos, "se debe a que en el denominado paro registrado no se contabilizan los fijos discontinuos inactivos, tampoco los que están afectados por un ERTE, los que tienen una disposición limitada para trabajar, los acogidos al subsidio especial agrario, los denominados otros no ocupados (en cursos de formación) y aquellos que demandan un empleo específico". "Todos ellos, en abril de 2025, alcanzaron las 1.265.890 personas registradas en los Servicios Públicos de Empleo y que no están trabajando".
Además, en relación a los datos de empleo de abril, apuntan que “Llama la atención, sin embargo, que se han firmado más de medio millón de contratos indefinidos, pero el paro ha disminuido únicamente en 67.000 personas. El contrato indefinido no es ya garantía de empleo en España”, denuncia Joaquín Pérez, secretario general de USO. En abril, la contratación total cayó un 10% respecto al mismo mes del año pasado.
El sindicato señala que un tercio de los contratos indefinidos corresponden a fijos discontinuos, en su mayoría destinados a cubrir la temporada turística. Esta modalidad contractual, según Pérez, no asegura empleo de calidad. Además, destaca la precariedad en la industria, donde solo uno de cada cuatro contratos son indefinidos. “El sector que debería ser motor del cambio de modelo productivo no está creando empleo, sino solo sustituciones”, advierte.
Otro punto preocupante, según USO, es la calidad de los contratos indefinidos. Solo el 38% de éstos son a jornada completa, una cifra que continúa en descenso. “Baja el paro, sí, pero quienes se han incorporado no trabajan todos los días o no trabajan la jornada completa”, señala Pérez.