Los inspectores del Banco de España han constituido, históricamente, un cuerpo con mucho prestigio en el sector financiero. Lo que dijera uno de ellos se tenía en mucha consideración. Además, gozaban de libertad de movimientos en el desempeño de su labor. Eran los reyes allá donde iban.

Ahora tenemos que hablar de leyenda y realidad. Leyenda: no nos dejan inspeccionar profundamente a los grandes bancos, porque si lo hiciéramos… pero seguiremos luchando para que la verdad aflore y no quede oculta en algún cajón. Realidad: mi trabajo se limita a seguir el protocolo de actuación que marca Fráncfort, a rellenar los informes que envían desde el BCE, que es quien, al final, toma las decisiones sobre las entidades. Además, tengo que aguantar las indicaciones de los jóvenes de Draghi que han ascendido porque saben inglés pero que en su día estuvieron a mis órdenes.

El ambiente en el cuerpo de inspectores es de amargura y el nombramiento de Mercedes Olano no ayuda

En definitiva, de ser los reyes, los inspectores del Banco de España se han convertido en meros ejecutores de las órdenes venidas de Fráncfort. Su labor se reduce a un trabajo de campo más o menos mecánico y ya preestablecido.

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Por eso el ambiente que se respira en el cuerpo es de profunda amargura. El cuerpo está desmotivado. Y en este contexto, como adelantó Hispanidad, la subgobernadora Margarita Delgado quiere nombrar a Mercedes Olano como jeja de inspección. Efectivamente, Olano no cae nada bien dentro del cuerpo y su llegada, si finalmente se hace oficial, agudizaría aún más la desazón reinante.

Mientras esto ocurre en el Banco de España, en el BBVA siguen a la espera del nombramiento del nuevo CEO. Carlos Torres está preocupado, no solo porque no quiere que le nombren su equipo, sino por cómo cerrar el ejercicio 2018: ¿En modo espléndido o modosito? FG quiere salir a lo grande, en modo espléndido, mientras que Torres apuesta por cerrar de manera modesta. Sabe que 2019 será un año difícil y no quiere que las diferencias con 2018 marquen su inicio en la Presidencia.

Carlos Torres (BBVA) está preocupado por cómo cerrar el ejercicio 2018: ¿En modo espléndido o modosito? FG quiere irse en modo espléndido, claro

Tenemos que hablar del Popular o, más bien, de la puñalada de Sebastián Albella, presidente de la CNMV. El organismo anunció el viernes que ha abierto un expediente sancionador por falta “muy grave” a la cúpula del Popular de Ángel Ron porque ve indicios de que falseó las cuentas de 2016. Son las mismas cuentas que Albella examinó cuando el Consejo del Popular requirió sus servicios -era el presidente del despacho Linklaters- para analizar la responsabilidad de los consejero en la última ampliación de la entidad.

Ni corto ni perezoso, Albella asegura ahora que ha suspendido la tramitación del expediente porque hay en marcha un proceso judicial “por hechos idénticos o inseparables” en la Audiencia Nacional. ¿Comprenden? Albella ya ha prejuzgado el caso Popular. Porque, ¿a qué viene ahora este anuncio, si el caso está en la Audiencia? Incluso, anuncia que estudiará retomar el expediente tras la sentencia judicial. Y si son absueltos, ¿seguirá adelante con el expediente?

Del Supremo hablaremos otro día.