Los políticos españoles son muy aficionados al donde dije digo, digo Diego, pero también encontramos algunos ejemplos entre los empresarios. Y es que está visto que nadie puede decir de este agua no beberé y si no que se lo digan a Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, para quien la energía solar ha pasado de ser considerada “producto financiero” a sustituto de la central nuclear de Almaraz.

En el año 2010, Galán advertía que si no se quería “incrementar sustancialmente el precio de la electricidad, es necesario demorar el crecimiento de las tecnologías más inmaduras: la termosolar y la fotovoltaica, que además aportan poca energía”. Asimismo, se refería a la tecnología solar como un “producto financiero”, o sea, especulativo.

En 2010, se refería a la energía solar como "producto financiero", o sea, especulativo, y como tecnología inmadura

Unos años después, en octubre de 2013, el presidente de Iberdrola, al inaugurar una planta hidroeléctrica, señalaba que “las termosolares y fotovoltaicas cuestan 5.000 millones en primas y solo suponen el 5% de la producción de energía”. Recuerden que entonces todavía existían abundantes primas a las renovables, que fueron concedidas en masa por José Luis Rodríguez Zapatero, aunque su último ministro de Industria, Miguel Sebastián, empezó a meter la tijera, y su sucesor, el popular José Manuel Soria, había anunciado en julio el gran recorte de primas, que entraría en vigor en junio de 2014.

En noviembre de 2016, Galán fue a más al criticar que el desarrollo fotovoltaico ha sido demasiado rápido y caro, añadiendo que “nos enfrentamos al riesgo de que esta burbuja -tal y como la define el Consejo de Reguladores- se repita con la termosolar, una tecnología que hoy todavía es más costosa de lo que era la fotovoltaica y que se podría convertir en un producto financiero”. Además, destacó que el crecimiento exponencial del déficit de tarifa se ha debido, fundamentalmente, al elevado volumen de primas destinado a algunas tecnologías renovables inmaduras como son las solares, que el año pasado supusieron el 13% del coste y tan solo el 3% de la energía.

Iberdrola invertirá 8.000 millones en España hasta 2022, de los que 4.500 millones se destinarán a energías 'limpias'

Sin embargo, hace tiempo que Galán se ha convertido en seguidor de la solar. Algo que se le ha notado especialmente esta última semana, cuando ha asistido a la instalación del primer panel de la planta Núñez de Balboa en Usagre (Badajoz), que será el mayor proyecto fotovoltaico de la Unión Europea y tendrá una potencia de 500MW. Es más, Galán presumió de que se instalarán 2.000 MW de potencia renovable en Extremadura hasta 2022, casi la misma que tiene la central nuclear de Almaraz.

Iberdrola invertirá 8.000 millones de euros en España hasta 2022, de los cuales 4.500 millones se destinarán a energías limpias, sobre todo eólica y fotovoltaica, generando 20.000 empleos. Y se ha puesto las pilas porque tiene otros siete proyectos identificados, de los que cuatro están en avanzado estado de desarrollo y se ubican también en Extremadura, en concreto en la provincia de Cáceres: las plantas fotovoltaicas de Ceclavín, Arenales y Campo Arañuelo I y II. A estos se unen parques eólicos en construcción en Navarra y Aragón y el recientemente inaugurado en las islas Canarias.

La ministra más verde del Gobierno Sánchez, Teresa Ribera, estará encantada, a pesar de que, tras cerrar las nucleares, puede que con las energías verdes no baste

Todo esto gustará y mucho a la ministra más verde del Gobierno Sánchez, Teresa Ribera, empeñada en la transición ecológica sí o sí, pero ojo, porque los paneles solares ocupan mucho espacio y hay que conectarlos a la red, y en eólica no cabe mucho más de lo que ya hay… Claro que con el cierre de los siete reactores nucleares -a pesar de no ser emisores de CO2-, planteado entre 2027 y 2035, puede que las energías verdes no basten para cubrir la demanda en algunos momentos y haya que echar mano del ciclo combinado (es decir, la quema de gas para obtener luz), como ha defendido el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, aunque contamina más que la nuclear. Y es que aún no hay nada sobre baterías, que ayudarían a resolver en parte el gran problema de la energía, que no es otro que no se puede almacenar.