ING España ganó 303 millones de euros antes de impuestos en 2022, un 14% más que el año anterior, después de aumentar los ingresos un 14%, hasta los 883 millones de euros, según las cuentas difundidas este miércoles por la entidad. Este resultado, unido al hecho de que no fue un buen año para el grupo holandés -redujo el beneficio un 23%- propició que la filial española, aun siendo muy pequeña en el conjunto del banco, aumentara su peso en el grupo hasta alrededor del 6%.

La entidad española fue de menos a más durante 2022, de tal manera que la pérdida de clientes registrada hasta junio (271.000, como adelantó Hispanidad), se convirtió en una ganancia de 120.000 clientes. ING España tiene más de 4 millones de clientes, de los que 2,8 millones (el 70%) son transaccionales. La entidad tiene una cuota de mercado del 7% en cuentas corrientes.

En cuanto a áreas de negocio, banca de particulares ganó 192 millones de euros, un 64% más, frente a banca mayorista, cuyo beneficio descendió un 26%, hasta los 111 millones. Un dato que puede sorprender a más de uno: en 2021, el negocio mayorista aportó más al beneficio bruto que el de particulares: 150 millones frente a 117 millones. Pero eso fue en 2021, porque en 2022 se volvió a la ‘normalidad’: 111 millones del mayorista frente a los 192 millones del negocio de particulares.

Los costes aumentaron un 8% y alcanzaron los 444 millones de euros, lo que permitió cerrar el año con una ratio de eficiencia del 49%, frente al 78% de media del sector. La tasa de mora en hipotecas se situó en el 0,38%, frente al 2,85% del sector, mientras que la morosidad en préstamos al consumo cerró en el 3,35%, frente al 4,68% del sector.

ING España no se plantea otra cosa que no sea crecimiento orgánico, es decir, no comprará ninguna entidad como N26 o Revolut a pesar de la enorme competencia en el sector, también en el ámbito digital.

La filial se libra, al menos este año, de pagar el impuesto a la banca, porque los ingresos de 2019 no alcanzaron los 800 millones de euros, que es el umbral establecido por el Gobierno. “Estamos alineados con la opinión de la Asociación Española de Banca (AEB)”, afirmó Juliá durante el encuentro con la prensa. “No pensamos que sea el canal adecuado”, sentenció.