Micael Johansson, presidente y director de Saab, destaca que están bien posicionados para satisfacer la demanda creciente en defensa y seguridad, tras la guerra en Ucrania
La industria de la defensa y la seguridad parece que va un poco al tran tran, pese a la guerra en Ucrania, al menos al ver los resultados semestrales del grupo Saab. Y es que ha logrado elevar el beneficio bruto de explotación (Ebitda) un 6%, pero ha reducido un 12% el beneficio neto y ha crecido poco en ventas (+1%).
Antes de profundizar en las cifras, conviene recordar un poco la historia de este grupo sueco. Surgió en 1937 para proporcionar aviones a la Fuerza Aérea Sueca, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, pero en 1945 apostó por la diversificación y puso en marcha el desarrollo de automóviles. Mientras el negocio de la defensa y la seguridad se fortaleció, el automovilístico hizo todo lo contrario: durante 20 años formó parte de una fusión junto a Scania-Vabis hasta 1989, año en que el fabricante automovilístico estadounidense General Motors se hizo con el 50% de su accionariado y en el año 2000 compró la propiedad total convirtiéndola en una de sus subsidiarias. Sin embargo, esto no salvó los coches de Saab, que al igual que su matriz, se vio afectada por la crisis de 2008 y ni el cambio de propiedad para incluir al fabricante neerlandés de superdeportivos Spyker pudo hacerla remontar: al final desaparecieron en diciembre de 2011, al declararse en quiebra. Eso sí, hubo intentos de varios fabricantes para hacerse con los coches Saab y finalmente lo logró National Electric Vehicle Sweden (NEVS), una empresa sueca con capital chino y japonés y tecnología nipona enfocada en desarrollar coches eléctricos, en 2012, aunque perdiendo la denominación comercial Saab en 2016.
Micael Johansson subrayado que el panorama de seguridad ha cambiado drásticamente por la guerra en Ucrania, pero en Saab están bien posicionados para satisfacer la demanda: muchos países europeos están aumentando sus gastos de defensa, y Suecia y Finlandia también se han unido a la OTAN
Por su parte, el grupo sueco ha seguido dedicándose a sus negocios clave (defensa y seguridad) y actualmente es una de las empresas que produce algunos de los sistemas de defensa y seguridad más innovadores del mundo. Ofrece soluciones aéreas, terrestres y navales para la defensa, así como de seguridad civil; emplea a más de 16.500 personas y tiene unas ventas anuales de unos 31.000 millones de coronas suecas (casi 3.000 millones de euros), de las que una cuarta parte se reinvierte en investigación y desarrollo.
Volvamos a las cifras del primer semestre. Saab ha elevado el Ebitda un 6%, hasta unos 230,4 millones de euros; y en la misma proporción el resultado neto de explotación (Ebit), a 133,5 millones; y ha logrado la mejora de todos sus márgenes. Eso sí, el beneficio neto se ha reducido un 12%, hasta 77 millones, y ha tenido un ligero crecimiento en ventas (+1%), que se han situado en 1.859 millones. Además, ha visto desplomarse el flujo de caja libre, que ha pasado de 287 millones a 33,75 millones en un año, en línea con lo que ha sucedido en el flujo de caja operativo por grandes pagos relacionados con GlobalEye (una plataforma de control y alerta temprana aerotransportada de múltiples funciones). Eso sí, se ha disparado la entrada de pedidos (+62%, hasta 2.443 millones) y la cartera de pedidos ya asciende a 10.775 millones (16%).
Micael Johansson, presidente y director ejecutivo de Saab, ha subrayado que el panorama de seguridad ha cambiado drásticamente este año debido a la trágica guerra en Ucrania y sus implicaciones en las tensiones geopolíticas. Muchos países europeos, incluida Suecia, están aumentando sus gastos de defensa, lo que lleva a una defensa nacional aún más fuerte. Suecia y Finlandia también han decidido unirse a la OTAN. Todo esto, por supuesto, está afectando a Saab como empresa de defensa, pero estamos bien posicionados para satisfacer la demanda en nuestras áreas principales, y vemos un gran interés en la capacitación, los sistemas de armas avanzados y los sensores, además de mayores oportunidades para suministrar a la alianza y sus países miembros.