El fondo IFM es bien conocido en España en los últimos años, en especial, desde 2021, cuando se convirtió en la gran pesadilla de Naturgy (y donde se hará con un segundo consejero). Ahora cabe referir que no sólo está dentro del capital de distintas empresas (entre las que se encuentran la energética que dirige Francisco Reynés y Aqualia), sino también en otro proceso mucho mayor y con efectos sociales. En concreto, dentro de la privatización de las pensiones del mundo anglosajón, pero ojo, podría acabar como Enron.

Recuerden que en esta energética eran los propios empleados los que sacaban una parte de sus nóminas para pagar sus propias pensiones futuras, no la empresa. Enron protagonizó una de las mayores bancarrotas de EEUU en 2001. Su reputación comenzó a caer por rumores sobre pago de sobornos y tráfico de influencias para hacerse con contratos y por técnicas contables fraudulentas (avaladas por la auditora Arthur Andersen), por ejemplo el ‘maquillaje’ de pérdidas con el resultado de sus subsidiarias. Todo esto provocó el desplome de la cotización y la quiebra de Enron, así como muchos ejecutivos acusados de cargos y condenados a prisión, y pérdidas milmillonariaspara accionistas y empleados (perdieron tanto en pensiones como en precio de las acciones) que recibieron devoluciones limitadas en los juicios que se produjeron. Una bancarrota que fue llevada al cine: primero en 2005 en el documental Enron, los tipos que estafaron a América, dirigido por Alex Gibney y basado un best seller escrito por Bethany McLean y Peter Kind, al que luego siguieron la película La verdad sobre el caso Enron, de Penelope Spheeris; y su remake en tono de parodia Dick y Jane: Ladrones de risa, de Dean Parisot. Además, el ‘caso Enron’ apareció en la famosa serie animada Los Simpsons.

Volvamos a IFM, este fondo australiano gestiona pensiones de su país y fue muy defendido en su día por Teresa Ribera cuando aún estaba en el Gobierno. Ante una pregunta de Hispanidad, defendió que no era cortoplacista y que “no es algo infrecuente que haya fondos que tengan una parte importante en el capital de empresas cotizadas en una economía de mercado como es la nuestra”. Asimismo, refirió que el perfil de IFM “es el de un fondo de pensiones de trabajadores de un sindicato australiano que aspira a inversiones estables y prolongadas en el tiempo, no es el perfil de fondos de capital riesgo con comportamientos más cortoplacistas”.

Este contexto hay que tenerlo en cuenta en la actualidad porque en Industry Super Holdings, la matriz de IFM, acaba de entrar con una participación del 10% National Employment Savings Trust (NEST), el mayor gestor del sistema de pensiones del Reino Unido por número de trabajadores inscritos. NEST espera invertir con la matriz de IFM más de 6.000 millones de euros para 2030. ¿Perdón, invertir, con qué dinero? Por supuesto, con el de las pensiones que gestionan… naturalmente. ¿Y qué pasa si las inversiones salen mal? Pues que habrá problemas para los receptores de dichas pensiones, algo similar a lo que en su día se vio en Enron. 

Dejando esto a un lado, NEST, que es una corporación pública británica, ha considerado como “histórica” su alianza con la matriz de IFM y el hecho de convertirse en el primer propietario extranjero de su historia, por delante de los 16 fondos de jubilación australianos que son accionistas. No olviden que Australia fue una antigua colonia de Reino Unido… y que se está hablando de pensiones cada vez más numerosas ante el envejecimiento de la población en muchos países occidentales. NEST quiere invertir en las capacidades de infraestructura, deuda y capital privado de IFM, con un enfoque clave en nuevas oportunidades de inversión en Reino Unido. Su CEO, Mark Fawcett, ha señalado que “al unir fuerzas con IFM, uno de los principales administradores de infraestructura del mundo, estamos dando un paso crucial hacia nuestro objetivo de invertir el 30% de nuestros activos bajo gestión (AUM) en mercados privados para 2030”. Desde IFM Investors, su primer ejecutivo, David Neal, ha añadido que NEST “apoyará la expansión de IFM hacia nuevas oportunidades de inversión y mercados en todo el mundo”.