Carsten Knobel es presidente ejecutivo y CEO de Henkel desde enero de 2020: le ha tocado lidiar con el Covid, la guerra en Ucrania y la inflación
Henkel ‘se la ha pegado’ en bolsa este martes, con una caída del 2,6% en su cotización, pese a haber obtenido ventas récord en 2022 y mantener el dividendo del año anterior. Parece que los inversores esperaban más remuneración al accionista y/o que no les han gustado los descensos en beneficio neto y operativo (ebit).
La empresa de bienes de consumo alemana (dueña de Persil, Somat, Mistol, Tenn, Wipp Express, Dixan, Micolor, Locite, Pattex y Pritt, entre otros productos), que tiene 146 años de historia, se ha visto afectada por el encarecimiento de las materias primas y de los costes logísticos. Esto ha lastrado en un 23% el beneficio neto, a 1.253 millones de euros, y en un 18% el ebit, a 1.810 millones, y también el margen operativo, que ha caído casi tres puntos, al 8,1%. Todo ello a pesar de haber registrado unas ventas récord de 22.397 millones, tras aumentar el precio de sus productos, lo que supone un 11,6% más en términos reportados y un 8,8% en términos orgánicos sin los efectos de los tipos de cambio y de cartera, y mejorando los ingresos obtenidos en los nueve primeros meses.
Carsten Knobel, que ocupa el cargo de CEO desde el 1 de enero de 2022 y lleva trabajando en la compañía desde 1995, ha presumido del fuerte crecimiento de ventas y de “un resultado robusto en un año muy difícil”. Y de cara a este año, ejecutará la desinversión en Rusia a finales del primer trimestre; y como prevé que el crecimiento económico se ralentice y continúe la inflación, sólo espera un aumento de las ventas del 1-3% en términos orgánicos. Además, Knobel es miembro del Consejo de Supervisión de Lufthansa.