
Rocío Orizaola recogía en Hispanidad el desalojo del instituto B9, en Badalona.
Dicho desalojo está, días después de producirse, ocupando parte de la actualidad. Ahora, porque cuatro días después de la intervención policial que puso fin a la okupación, un grupo de vecinos se concentró a las puertas de la parroquia Mare de Déu de Montserrat, en el barrio de Sant Crist, para protestar e impedir que un grupo de ilegales pasara allí la noche.
Durante la concentración, algunos vecinos advirtieron de que la llegada de ilegales incrementaría la inseguridad en el barrio. Otros reclamaron una mayor atención institucional para los residentes locales y denunciaron que las administraciones priorizan a «los de fuera» frente a los problemas cotidianos de los vecinos.
Y eso que Marlaska no se cansa de repetir que España es de los países más seguros del mundo.
Hasta la parroquia se desplazó el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, quien pidió que se permitiera el alojamiento por una sola noche y se comprometió a contactar a primera hora del lunes con la consejera de Derechos Sociales, Mònica Martínez Bravo, con el objetivo de encontrar una alternativa. Finalmente, las personas que iban a dormir en la parroquia fueron reubicadas en otros espacios.
Quiero agradecer la confianza que ayer me trasladaron los vecinos de Sant Crist y Montigalà/Bufalà #Badalona para encontrar entre todos una solución al problema que estamos viviendo con los okupas. Por cierto, para algunos de la oposición: os pido que dejéis de insultar a los… pic.twitter.com/cmRbQ2MrK8
— Xavier García Albiol (@Albiol_XG) December 22, 2025
Por cierto, no sabemos si, al igual que Albiol, también estaría en el lugar la líder de Podemos en Cataluña, tras ser increpada por los okupas.
La líder de PODEMOS en Cataluña va a solidarizarse con los ocupas de Badalona desalojados y acaba siendo increpada por estos. Zine 🚬 pic.twitter.com/NnVtv2A0kI
— Alt Right España 𝕏 (@AltRightEspan) December 19, 2025
En Hispanidad repetimos que la migración es, de suyo, mala. Y que deben considerarse dos normas: las sociedades pudientes deben ser generosas pero no pueden atender a todos. Y el inmigrante debe respetar al país que le acoge.










