El pasado lunes, Pedro Sánchez se colgó una ‘medalla’ al avanzar las medidas económicas contra la guerra -que en gran parte se han aprobado en el Consejo de Ministros de este martes-. Una exclusiva que el presidente del Gobierno se otorgó para poder hinchar aún más su orgullo, aunque entre sus oyentes la representación del Ibex 35 fue mínima. Entre ellas, están las ‘grandes’ medidas energéticas, aunque sin incluir bajadas de los impuestos de los carburantes, y tanto la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, han presumido de que el precio del gas será “el más bajo posible”,... pero no hay que olvidar que depende de Bruselas.

El último Consejo Europeo dio el ‘premio’ de reconocer la excepcionalidad de España y Portugal para que pudieran fijar un precio de referencia del gas que se usa para producir electricidad de forma temporal para rebajar su precio de la luz. Ahora ambos países trabajan para enviar la propuesta a Bruselas, que es quien debe autorizarla, y no se espera que sea inmediato, sino que lleve varias semanas. Y ojo, porque aún no se sabe cómo se compensará a los productores de luz con ciclos combinados, sólo que no se hará vía Presupuestos.

Se actualizará el régimen retributivo de Recore, pues “hasta ahora estaban financiadas en el mercado mayorista, con retribuciones superiores a lo que les correspondía en razón de su vida útil”, ¿Ribera dando un tironcillo de orejas a las renovables? Sí, así liberan 1.800 millones para rebajar los cargos de la factura

Otra de las ‘grandes’ medidas energéticas es la actualización del régimen retributivo de la producción de energía eléctrica a partir de renovables, cogeneración y residuos (más conocido como Recore). La vicepresidenta ecológica ha señalado que “hasta ahora estaban financiadas en el mercado mayorista, con retribuciones superiores a lo que les correspondía en razón de su vida útil”, ¿cómo? ¿Ribera dando un tironcillo de orejas a las renovables? ¡Increíble, pero cierto! Una medida que les permitirá liberar 1.800 millones de euros para rebajar los cargos (es decir, la parte fija) de la factura. Además, al las Recore se les permitirá vender su luz a partir del próximo 1 de enero al margen del mercado mayorista en contratos bilaterales.

El Gobierno también ha extendido su lucha contra los llamados beneficios caídos del cielo en las actualizaciones de contratos y en los nuevos, donde el precio no puede ser superior al umbral fijado en octubre de 2021. Y se reducirán un 80% los peajes que tiene la industria electrointensiva por el uso de las redes, lo que supone unos 250 millones de euros. Además, se aumentará la cantidad destinada a compensar los derechos de emisión de CO2 y se darán ayudas específicas a sectores que tengan alto consumo de gas, y se prorroga la prohibición de subir el gas más de un 5% por trimestre en la Tarifa de Último Recurso (TUR). Y las medidas fiscales que hasta ahora se habían adoptado en la factura de la luz (reducción del IVA al 10%, Impuesto Especial sobre la Electricidad en el mínimo del 5% y suspensión del impuesto a Generación Eléctrica del 7%) se extienden.  

Ribera ha anunciado el fortalecimiento del bono social eléctrico y el bono social térmico: “Dejamos de hablar de familias y pasamos a hablar de personas convivientes”. Ya hasta las gana en conservadurismo Netflix

Otra de las ‘grandes’ medidas energéticas serán las facilidades en autoconsumo (se reservará el 10% en los nudos de conexión), así como la introducción de gases renovables y la puesta en marcha de plantas de almacenamiento eléctrico. Y por si todo esto no fuera suficiente y no están abrumados ante tanta eficiencia socio-podemita, aún hay más: Ribera ha anunciado el fortalecimiento del bono social eléctrico y el bono social térmico: “Dejamos de hablar de familias y pasamos a hablar de personas convivientes”, pues consideran que dentro de un hogar su consumo energético es similar. ¡Cuánta progresía! Ya hasta les gana en conservadurismo Netflix.  

Claro que entre las ‘grandes’ medidas energéticas la que más fama ha tenido hasta ahora, a la espera de lo que pase con el precio del gas en Bruselas, ha sido la ayuda especial al consumo de combustible (una bonificación generalizada de 20 céntimos por litro), que entrará en vigor el 1 de abril. Claro que en esto de abaratar los carburantes la primera iniciativa no salió de La Moncloa, sino de Repsol, y después se inspiraron en ella para anunciarla primero para los transportistas, Ribera agradeció el movimiento de Repsol, que extendió su descuento a profesionales y autónomos, y así, la vicepresidenta ecológica provocó una guerra de precios con Cepsa y BP. ¡Ole! Y ojo, porque de los citados 20 céntimos que ha anunciado el Gobierno, cinco corren a cargo de las petroleras. 

Y por cierto, el Gobierno también debería pensar en abaratar también el precio del gasóleo para calefacción (que ronda los 1,46 euros por litro, cuando hace un mes estaba en 1,1 euros), y es que también se está viendo afectado por el encarecimiento del petróleo (el barril de Brent -que es el de referencia en Europa- cotiza actualmente en torno a los 109 dólares). Una medida que deberían empezar a considerar, sobre todo teniendo en cuenta que la verde Ribera ha disparado su uso para calentar su Ministerio desde 2018... y que eso corre a cargo de todos los españoles.