Estée Lauder Companies se ha llevado un disgusto en bolsa y resultados de su primer semestre fiscal (julio a diciembre). Los inversores han reaccionado de forma negativa, lógicamente, y su cotización se ha hundido un 16% al anunciar entre 5.800 y 7.000 despidos, lo que supone entre un 9,35% y un 11,29% de su plantilla (la cual cerró el pasado junio en unas 62.000 personas), tras haber tenido unas pérdidas de 727 millones de euros.
La multinacional estadounidense de cosméticos, maquillaje y perfumes -dueña de Clinique, MAC, Darphin y Origins, entre otras marcas- ha pinchado en su primer semestre fiscal y ha decidido ampliar su reestructuración, la cual le costará entre 1.169 y 1.558 millones antes de impuestos en indemnizaciones, amortizaciones de activos y otros costes. Eso sí, espera que el proceso le acabe generando unos beneficios antes de impuestos de 779-974 millones, que contribuirán a restablecer el margen operativo e impulsar la reinversión y las ventas. Dicha reestructuración y reorganización se enmarca dentro de Beauty Reimagined (Belleza Reinventada), “una visión estratégica audaz para restablecer un crecimiento de ventas sostenible y lograr un sólido margen operativo ajustado de dos dígitos en los próximos años”, ha señalado el presidente y CEO, Stéphane de La Faverie. “Estamos transformando significativamente nuestro modelo operativo para que sea más eficiente, más rápido y más ágil, al tiempo que tomamos medidas decisivas para ampliar la cobertura del consumidor, cambiar radicalmente la innovación y aumentar las inversiones orientadas al consumidor para capturar mejor el crecimiento e impulsar la rentabilidad”, ha añadio.
El anuncio de los despidos dentro del Beauty Reimagined incluye un nuevo equipo ejecutivo: el cual seguirá dirigiendo De La Faverie, estará basado en cuatro regiones, Jane Hertzmark Hudis se convertirá en vicepresidenta ejecutiva y directora de marcas a partir del próximo 1 de abril, y Michael Bowes ha sido nombrado vicepresidente ejecutivo y director de personal para cubrir la jubilación de Michael O’Hare). Y la decisión se ha tomado tras conocerse unas ventas netas de 3.900 millones (-6,4%) y unas pérdidas de 575 millones en su segundo trimestre fiscal (octubre a diciembre), frente a los 305 millones que ganó hace un año. De esta forma, en su primer semestre fiscal (julio a diciembre), Estée Lauder ha presentado unas ventas de 7.174 millones (-5,5%) y unas pérdidas de 727 millones, muy lejos de los 335 millones que ganó hace un año. Y ojo, ha advertido de desafíos en el negocio minorista de viajes en Asia y la débil demanda del consumidor en China y Corea del Sur, así como la incertidumbre geopolítica mundial.
Y por cierto, la reestructuración actual no es la única que ha realizado Estée Lauder en la última década. De hecho, hizo otra en 2020, tras ganar un 62% menos: despidió a 2.000 personas y anunció el cierre de 225 tiendas.