La firma estadounidense de productos de belleza y maquillaje fundada en 1946 por Josephine Esther Mentze, conocida como Estée Lauder, y su marido Joseph Lauder, no atraviesa su mejor momento. Sus ventas han bajado un 17% en el segundo trimestre, registrando una facturación de 4.620 millones de dólares (4.220 millones de euros). La compañía tiene en su cartera marcas como Bobbi Brown, Clinique, Aveda, Jo Malone, La Mer, MAC o Tom Ford.

El beneficio se ha visto afectado por la disminución de ingresos durante este periodo, alcanzando los 565 millones de euros, un 61% menos: "El turismo y los envíos de productos en Hainan siguieron reduciéndose significativamente, y el tráfico de tiendas en el resto de China fue limitado. Estas dificultades se vieron compensadas en parte por el fuerte crecimiento de las ventas en los mercados desarrollados y emergentes", aseguró la compañía en un comunicado.

La facturación del grupo estadounidense ve bajar su facturación en todas las regiones del mundo en las que opera, en América, obtuvo ventas por valor de 1.230 millones de dólares, lo que supone una bajada del 5%. En este territorio el fin de varias licencias de perfumes como Donna Karan New York explica la bajada. Por su lado, en Europa, Oriente Medio y África, Estée Lauder experimentó bajadas del 22% en su facturación, acumulando 1.810 millones de dólares en ventas. En la región Asia-Pacífico las ventas se desplomaron un 17%, hasta los 1.570 millones de dólares.  

Pese a esta caída en las cifras, el grupo ha elevado sus previsiones de crecimiento, aunque espera que las ventas caigan entre un 5 y un 7%, frente a la bajada entre el 6 y el 8% que estimaban el pasado noviembre cuando publicaron las ventas del primer trimestre. Este optimismo se debe a que Estée Lauder confía en la demanda de productos para el cuidado de la piel y fragancias y la recuperación de la situación en China.