E.On resplandece a la luz de los resultados del primer semestre, pues ha multiplicado por 16 su beneficio neto, hasta los 2.548 millones de euros. Mientras RWE lo ha mantenido en un nivel similar al de hace un año, al ganar 870 millones, frente a los 816 millones de un año antes, tras cerrar sus dos últimas centrales de carbón.

Las dos grandes eléctricas alemanas parece que se recuperan del impacto del Covid-19, aunque no lo hagan de la misma forma, pues han elevado sus previsiones anuales. E.On ha disparado su beneficio semestral, entre otros aspectos, por el buen desempeño del segundo trimestre, cuando ganó 1.747 millones, un 192% más por los ahorros de costes en el negocio de Reino Unido y vendió más gas por el clima más fresco. La facturación semestral ha ascendido a 33.040 millones (+8,3%), de los que 9.064 millones (+4%) han correspondido al negocio de redes y 26.263 millones (+7%) al de clientes.

E.On tiene una deuda neta de 49.800 millones, muy superior a su capitalización bursátil (28.550 millones). Mientras RWE la reduce a 903, desde los 4.432 millones de finales del año pasado

Eso sí, ojo, porque la deuda neta de E.On sigue siendo elevadísima: se ha situado al final de junio en 49.800 millones, frente a los 40.776 millones del cierre del pasado marzo y los 40.736 millones a los que finalizó en el año 2020. Por tanto, sigue siendo muy superior a la capitalización bursátil de la eléctrica, que es de unos 28.550 millones.

Por su parte, RWE ha anunciado que tras el fin de sus dos últimas centrales eléctricas de carbón y otras tres de lignito (un tipo de carbón) que se retirarán de la red a finales de año, eliminará más de 3.000 empleos hasta 2022. Claro que la deuda neta no es un problema, porque se ha reducido a 903 millones en el primer semestre, frente a los 4.432 millones en que se situaba al cierre de 2020.

Entre los negocios de RWE sólo el de suministro y comercio y el de carbón y nuclear mejoran su Ebitda ajustado, con unas aportaciones de 525 y 545 millones, respectivamente

RWE ha tenido un Ebitda ajustado de 1.751 millones en el primer semestre, frente al de 1.833 millones de hace un año. Su negocio principal (eólica marina, eólica y solar terrestres, hidroeléctrica, biomasa, gas, suministro y comercio) ha aportado 1.206 millones al Ebitda ajustado, frente a los 1.523 millones de hace un año, mientras que el secundario (carbón y nuclear) ha contribuido más, con 545 millones, en comparación con los 310 millones de hace un año, por los márgenes mayoristas más altos.

En energía eólica marina, RWE ha tenido un Ebitda ajustado de 459 millones, por los volúmenes de viento más bajos en el norte y centro de Europa (algo que ya le afectó en el primer trimestre). En eólica y solar terrestres, la cifra ha sido negativo en 42 millones por la ola de frío extremo en Texas y el menor viento en Europa. En el negocio de hidroeléctrica, biomasa y gas, el Ebitda ajustado ha sido de 297 millones, algo menos por la venta del negocio de producción de pellets de madera en EEUU. Por su parte, suministro y comercio ha tenido un desempeño sobresaliente, con un Ebitda ajustado de 525 millones, frente al de 322 millones de hace un año. Y el negocio de carbón y nuclear también ha tenido un Ebitda ajustado superior, como se ha comentado.