Eni, al igual que otras compañías de su sector (Repsol, TotalEnergies…), ha notado el abaratamiento del petróleo y el gas en el primer trimestre. Y es que la petrolera italiana ha reducido beneficio neto y operativo, pero aún así han sido superiores a los previstos por los analistas, claro que también los ingresos han bajado.

La compañía que está controlada por el Estado italiano y tiene como CEO a Claudio Descalzi ha recibido un leve castigo bursátil inicial (su cotización bajaba más de 1% al inicio de la sesión, pero a medida que han ido pasando las horas, se ha moderado al 0,5%), que después a pasado a ser aplauso, con un alza del 1,68%. Todo ello a pesar de que ha rebajado previsiones anuales, apenas dos meses después de haber dado a conocer los resultados de 2022. Y ojo, porque respecto a las cifras del primer trimestre, los analistas del Banco Sabadell han referido que el hecho de que se deban en gran parte al negocio de ‘trading’ (comercialización) les resta calidad.

Vayamos a algo más de detalle. Entre enero y marzo, Eni ha tenido un beneficio neto ajustado de 2.907 millones de euros, lo que supone un 11% menos que el obtenido hace un año, aunque ha superado el previsto por los analistas (2.310 millones). Asimismo, el beneficio operativo (ebit) ajustado ha bajado un 11%, pasando de 5.191 millones a 4.641 millones, superando también lo previsto por los analistas gracias a la división de gas por la actividad de ‘trading’, han explicado estos expertos del Banco Sabadell. Por su parte, los ingresos han bajado a 27.378 millones, frente a los 32.494 millones de hace un año y respecto a los 31.815 millones facturados en el cuarto trimestre de 2022.

Eni ha rebajado sus previsiones de ebit, hasta unos 12.000 millones, 1.000 millones menos de lo que pronosticaba anteriormente, y también del flujo de caja libre operativo, y se debe al peor escenario de precios del gas y al peor tipo de cambio que espera, según han explicado los analistas del Banco Sabadell. La petrolera italiana, como otras de su sector, se dirige cada vez más a ser una ‘utilitie’ y dentro de ese movimiento desea conquistar España, sobre todo sus renovales y clientes. Eso sí, cabe referir que el Estado italiano es el que controla la compañía y la última muestra se ha podido ver en que el Gobierno que lidera Giorgia Meloni ha propuesto a Descalzi para que renueve por un cuarto mandato al frente de la petrolera, algo que no ha pasado en el caso de Francesco Starace en Enel, donde se ha propuesto a Flavio Cattaneo para ser el nuevo CEO