Elon Musk ha ‘triunfado’ a lo grande con el cohete Starship. Y es que este ha logrado despegar, pero ha explotado pocos minutos después... hundiendo aún más la cotización de Tesla (-9,5%) dado que SpaceX no está presente en el parqué.

El Starship es el cohete espacial más grande y potente de la historia y aspira a llevar a personas a la Luna y a Marte en un futuro y afrontaba este jueves su vuelo de prueba, que tenía un 50% de probabilidades de fracasar, según había adelantado el propio Musk, “garantizando la emoción”. Y así ha sido: pocos minutos después de despegar se ha producido una explosión, o más bien un “desensamblaje inesperado”, como lo llama la propia SpaceX.

Sin embargo, para esta compañía ha sido un éxito al haber superado el punto de máxima presión, una fase crítica del vuelo, pese a los fallos de algunos motores, y van a seguir trabajando para la próxima prueba. Por su parte, el multimillonario Musk tampoco se rinde, sino que ha felicitado al equipo de SpaceX y ha presumido en Twitter, claro está, de la que también es el dueño: “Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses”. Eso sí, la que ha pagado los platos rotos ha sido Tesla, cuya cotización había bajado un 2% tras sus resultados del primer tremestre por los menores márgenes al rebajar precios, y que tras la explosión del cohete se ha desplomado un 9,5%, elevando la depreciación bursátil que acumula en el último año al 50%.

La que ha pagado los platos rotos ha sido Tesla, cuya cotización había bajado un 2% tras sus resultados del primer tremestre por los menores márgenes al rebajar precios, y que tras la explosión del cohete se ha desplomado un 9,5%, elevando la depreciación bursátil que acumula en el último año al 50%

No es la primera vez que Musk tiene problemas en su apuesta espacial. En 2019, le explotó otro cohete Starship; el pasado enero Tesla se desplomó un 6% en bolsa, después de que uno de los satélites Starlink se desintegrara sobre España y unos días después se conoció que Musk ‘contaminaría’ más el espacio porque parte de un cohete lanzado por SpaceX chocaría con la Luna tras quedar fuera de control. Y en este contexto no se puede olvidar los miles de satélites de Starlink que tiene orbitando alrededor de la Tierra: veánlos ustedes en la imagen inferior.