Électricité de France (EDF) pinchó en 2022 por la bajísima generación nuclear al parar múltiples reactores por defectos y revisiones de seguridad y mantenimiento. Y es que tuvo pérdidas récord de 17.940 millones de euros y elevó la deuda a 64.500 millones.

La eléctrica es propiedad mayoritariamente del Estado francés y está en proceso de nacionalización. En 2022 también se ha visto afectada por la baja generación de las centrales hidroeléctricas debido a la sequía, así como por la obligación que le impuso el Gobierno Macron de vender a precio de saldo (inferior al del mercado) parte de su producción nuclear a otros competidores para apoyar a los consumidores amortiguando el encarecimiento de precios energéticos. ¡Olé!

EDF vio desplomada su producción nuclear un 81,7%, por el parón de sus reactores debido a las labores de mantenimiento que retrasó por el Covid y los defectos en las soldaduras detectados en algunos de ellos. De hecho, en verano tenía parado más de la mitad de sus reactores, que en total asciende a 56. Unos problemas que la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, ha usado para cargar contra la energía nuclear y eso a pesar de que los siete reactores españoles tienen un diseño similar a los franceses, pero no se fabricaron igual. Y recuerden que ha dejado para el próximo gobierno la ineludible prórroga de dichos reactores, aunque debería escuchar a expertos como Alfredo García, que afirma que cerrarlos “es un suicidio”.

El CEO, Luc Remont, se ha comprometido a “volver a encarrilar EDF” y su objetivo es que la producción nuclear se sitúe entre 300 y 330 TWh, frente a los 279 TWh del año pasado,… y para ello vendrá muy bien que ya estén operando 43 reactores de los 56 totales

En Francia, Macron sí defiende y apuesta por la nuclear, no sólo por mantenerla sino también por construir nuevos reactores. Los problemas temporales de 2022 también se han dejado sentir en la producción eléctrica total francesa, que se ha situado en su nivel más bajo desde 1992, según el gestor de la red de transporte de electricidad RTE, destacando que sólo el 62,7% ha sido nuclear, frente al 69% de 2021 y más del 70% anteriormente. Eso sí, RTE ha subrayado que no ha habido interrupción del suministro.

EDF también ha elevado su deuda a 64.500 millones y el resultado bruto de explotación (ebitda) ha sido negativo de 5.000 millones. Todo ello, a pesar de que la facturación se ha disparado a 143.476 millones, frente a los 84.461 millones, por los caros precios de la energía. El CEO, Luc Remont, se ha comprometido a “volver a encarrilar EDF” y su objetivo es que la producción nuclear se sitúe entre 300 y 330 teravatios hora (TWh) en 2023, frente a los 279 TWh del año pasado,… y para ello vendrá muy bien que ya estén operando 43 reactores de los 56 totales.