Este martes 14 de febrero también se celebra el Día Mundial de la Energía y conviene que la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, que es quien tiene la batuta de esta materia en el Gobierno Sánchez escuche al experto Alfredo García (más conocido en Twitter como Operador Nuclear), porque habla muy claro: “Es un suicidio cerrar las centrales nucleares”. Pero ya saben que la vicepresidenta ‘sandía’ (verde por fuera y verde por dentro) quiere dejar al próximo gobierno la ineludible prórroga de los siete reactores españoles.

Recuerden que este año toca revisar el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 -que incluye los primeros cierres de reactores, en concreto los dos de Almaraz, el de Ascó I y el de Cofrentes, si no hay cambios-. A estos cierres les seguirían los de los tres restantes (Ascó II, Vandellós II y Trillo) hasta 2035. Un error, un inmenso error, que Ribera no quiere, por ahora, tener la responsabilidad de revertir. García es ayudante de jefe de turno en la central nuclear de Ascó, tiene licencia de operador de reactor y supervisor, y también es ingeniero de Telecomunicaciones, licenciado en Comunicación Audiovisual y divulgador científico, y tras el éxito del libro La energía nuclear salvará el mundo, ha lanzado otro titulado Geoestrategia de la bombilla. En una entrevista en YouTube con otro experto, Manuel Fernández Ordóñez, director de Desarrollo de Negocio y Marketing Digital en Tecnatom, que además es licenciado en Física de Partículas y doctor en Física Nuclear y acaba de publicar el libro Energía nuclear: sí, por favor, García insistió en que “es un suicidio cerrar las nucleares” y “va a representar quemar más gas”.

García considera que “están poniendo palos en la rueda y así no podemos avanzar en la transición energética”. “Cuando alguien está tan obcecado en cerrar nucleares que no me venda que quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que me diga que no la quiere por otros motivos”, añade

En su opinión, “están poniendo palos en la rueda y así no podemos avanzar en la transición energética”. “Cuando alguien está tan obcecado en cerrar nucleares que no me venda que quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que me diga que no la quiere por otros motivos”, ha pedido. ¿Habrá oído la señora Ribera? Nuestra política energética se resume principalmente en la apuesta por las energías renovables, mientras “la mayoría de los países avanzados o los que quieren serlo apuestan por un mix con renovables y nuclear”, ha remarcado. En España, en 2022, el gas natura ha sido la primera fuente de producción energética, “¿dónde está ahí la transición energética?”, se ha preguntado García.

“En el PNIEC se cumple básicamente el plan electoral del PSOE”, pero “está hecho para ganar votos, pero no para afrontar los retos que tenemos: mitigar el calentamiento global, garantizar el suministro eléctrico sin apagones y que este sea asequible

Este experto ha recordado que en el PNIEC “se cumple básicamente el plan electoral del PSOE, que es apostar por las renovables y cerrar las centrales nucleares a toda costa” y para ello, contemplaba como respaldo: el almacenamiento masivo en baterías y las centrales hidráulicas de bombeo, pero como ya dijimos estas alternativas no han tenido un gran desarrollo y hoy son más una utopía. Asimismo, el PNIEC mantiene los 26 gigavatios (GW) de potencia instalada de ciclos combinados de gas y contempla un aumento de producción de electricidad y la generada con gas “será mayor porque se cuenta con un almacenamiento y bombeo que no tenemos”, ha advertido. En 2022, el gas ha sido la primera fuente de electricidad, si le añadimos un 20% que aportan hoy las nucleares que se quieren cerrar y la cogeneración, habría en torno a un 50% procedente del gas... “un auténtico suicidio”, ha explicado. Por todo esto, el PNIEC “está hecho para ganar votos, pero no para afrontar los retos que tenemos: mitigar el calentamiento global, garantizar el suministro eléctrico sin apagones y que este sea asequible”. Por su parte, Fernández Ordóñez ha recordado que el programa electoral del PSOE (en concreto lo pueden ver en la página 44 del documento adjunto) hablaba de fijar un calendario con fechas de cierres de las centrales nucleares y de las térmicas, lo que incluye a los ciclos combinados de gas.

El cierre de las nucleares es un gran error porque producen electricidad sin emitir CO2 y lo hacen de forma estable, garantizando el suministro. García ha referido que Corea del Sur ha revertido su plan de cierres y construirá nuevos reactores, Japón ha vuelto a la nuclear tras el accidente de Fukushima y “en Europa va reinando la cordura”, como muestran Polonia, Rumanía, Hungría, Francia, Suecia, Eslovaquía,... “Nos quedamos solos España, Italia (aunque habrá un referéndum sobre construcción de reactores) y Alemania, que ya sabemos el ridículo energético que ha hecho”, ha añadido, porque su energía más utilizada ha sido el carbón. Además, Fernández Ordóñez ha recordado que Angela Merkel admitió que había aprobado el cierre de las nucleares “por fines políticos”, y aunque han instalado nuevas renovables, con la reducción del gas ruso, ha disparado el uso de electricidad a base del carbón.

Estos dos expertos hablan sabiendo de lo que hablan y con mucho sentido común. García ha referido en varias ocasiones a la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que considera que la forma más barata de producir electricidad antes de impuestos es la operación a largo plazo de los reactores que ya tenemos en funcionamiento, que no podemos prescindir de ninguna energía baja en emisiones que nos ayude en la transición energética y que sin la captura de CO2 no conseguiremos el neto de emisiones en 2050. Además, Fernández Ordóñez ha recordado que España sólo representa el 1% de emisiones del mundo.