Électricité de France (EDF) ha dado otro argumento a Teresa Ribera, la vicepresidenta ecológica española, para que critique la energía nuclear, pese a ser verde. Y es que ha aumentado el impacto negativo del parón de gran parte de sus reactores de 29.000 millones de euros a 32.000 millones, cifra que no es la primera vez que eleva.

La eléctrica francesa, que ha sido nacionalizada (el Estado galo controla el 84% del capital), ahora estima que la menor producción de energía nuclear por los paros para revisiones tendrá un mayor coste económico. Sin embargo, Ribera se equivoca al mirar al país vecino para criticar a la nuclear porque los reactores españoles no se parecen a los franceses. Estos últimos están afrontando este año labores de mantenimiento rutinarias que se habían retrasado en los años del Covid y alguna parada podría ser más larga que una recarga convencional al coincidir con las revisiones periódicas de seguridad que pasan cada diez años, a esto se han sumado los defectos en soldaduras que se descubrieron en la revisión de la unidad 1 de Civaux y que han alargado algunas paradas de otros reactores para inspeccionar todas las soldaduras.

A finales de agosto estaban parados 32 reactores de los 56 que tiene en total Francia, pero ya hay algunos que se han puesto en marcha y otros lo harán en los próximos meses. La energía nuclear aportaba el 70% de la electricidad francesa y al contar con una menor producción, ha tenido que elevar las importaciones de gas (el español le ha salido mucho más barato por el timo del tope ibérico). En los nueve primeros meses, la producción de sus reactores se situará en la parte baja de sus pronósticos (entre 280-300 teravatios/hora (TWh)), en unos 209,2 TWh, 59 TWh menos que hace un año; y a los que suma menor producción hidroeléctrica por la falta de lluvias.

Eso sí, la compañía ha disparado sus ingresos un 77,3% en los nueve primeros meses, a 101.526 millones, aunque no sabemos la evolución de su resultado (el último dato corresponde al primer semestre, cuando tuvo pérdidas de 5.293 millones). Además, ha presentado una reclamación ante el Tribunal Administrativo de París para obtener una compensación del Estado francés por los perjuicios que le ocasionó la asignación adicional de un volumen de energía eléctrica vendida a precios regulados entre abril y diciembre de este año, que estima en unos 8.340 millones.