Ante el reto de la transición energética, en el VIII Foro de Energía que organiza El Economista, Francisco Reynés ha insistido en la cuestión de la seguridad de suministro, defendiendo la necesidad de “apoyar que tecnologías existentes sean tecnologías de respaldo, como los ciclos combinados”. Lógicamente, es una apuesta por una parte del negocio de Naturgy y va en la misma línea que defiende la patronal gasista, Sedigas, que también reclama una adecuada retribución para los ciclos combinados de gas.

El presidente y CEO de Naturgy ha señalado que “materias primas como el gas natural son transicionables y pueden convivir con los objetivos de eficiencia y descarbonización”. Por ejemplo, lo pueden hacer con los gases renovables y ha pedido mayor ambición y protagonismo de estos ante la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). ¿El motivo? Estos gases renovables (entre ellos, el biometano), según Reynés, podrían llegar a acaparar en torno a un 40% de la utilización actual del gas, en una línea cercana a la de un informe de Sedigas con las consultoras PwC y Biovic que apunta que España tiene un potencial para sustituir el 45% de la demanda de gas, y no requiere inversión en infraestructura ni en ningún tipo de adecuación de los equipos de industrias y viviendas.

Reynés también ha subrayado la importancia de impulsar la regulación para invertir “más y más rápido” en redes eléctricas, de distribución y transporte. También ha destacado que las energéticas deben “clientelizarse más” porque “tenemos que ser más sensibles a poder acercar nuestro producto, que es de primera necesidad a todas las familias y a toda la sociedad”.

Respecto a las volatilidades en el mercado energético, Reynés ha referido que estamos mejor hace un año en índices de precios, pero pide “no bajar la guardia” porque “sigue habiendo inestabilidad geopolítica” e “incertidumbres regulatorias importantes”.