Ebro Foods ha logrado en general unos buenos números, pese a haber sido un primer semestre difícil por tener que traspasar los mayores costes (que ascienden a 234 millones de euros este año) a los precios de productos, aunque la subida de estos últimos no ha sido igual en todos los países (en España ha sido moderada). Ha elevado ventas y ha tenido el mejor Ebitda en este periodo de su historia, recibiendo premio en bolsa, mientras su resultado neto (-47%, a 56,74 millones de euros) sólo se ha visto lastrado por los 20 millones de euros de pérdidas de Roland Monterrat.

El líder mundial en arroz y segundo fabricante de pasta ha vendido esta compañía francesa de sándwiches y platos preparados frescos porque “no se han cumplido determinadas condiciones del acuerdo de compra”, según ha explicado su presidente ejecutivo, Antonio Hernández Callejas, a un grupo de periodistas este martes. De hecho, la compraron por 44,2 millones hace siete años, pero ahora la han vendido por 22 millones a un operador francés de su sector y han abierto un proceso de reclamación a sus anteriores dueños. De no ser por las pérdidas de Roland, que han hecho descender el beneficio neto a perímetro comparable un 12,4%, a 63,5 millones, el grupo habría tenido un crecimiento de ganancia neta superior al 8,4%.

El grupo demuestra una buena gestión de recursos y de costes, pues para afrontar la inflación en el mercado de fletes (transporte) ha usado su gran escala para sustituir contenedores, que están carísimos, por barcos: “Un contenedor transporta 20.000 kilos y un barco, 20 millones de kilos”, explica Hernández Callejas

Ebro Foods ha logrado unas ventas de 1.459 millones, lo que supone un 26% más que hace un año y casi un 8% superior respecto a las de hace dos (en periodo Covid). De estas, arroz ha aportado 1.136 millones (+27,5%), gracias a la buena evolución de sus productos estrella -los arroces aromáticos, los vasitos Brillante y los instantáneos-, pese a que la meteorología adversa (falta de agua fundamentalmente) ha provocado una fuerte reducción de la superficie cultivada de la variedad japónica, que se ha compensado en parte con la normalización en Australia: del 70% en Andalucía, del 90% en Extremadura, del 40% en California y del 20% en Italia. Por su parte, pasta ha contribuido con 329,6 millones (+22,7%) por los mayores precios, que también ha llevado a una reducción de la inversión publicitaria.

El Ebitda se ha situado en 169 millones, siendo el mejor de un primer semestre de su historia: un 14,3% más que hace un año y con una contribución positiva del tipo de cambio de 6,2 millones. Arroz ha aportado 146,64 millones (+17,8%) y también más que en el año preCovid, pese a mayores costes e inversión publicitaria;  y pasta, 29,23 millones (-6,4%). Además, el grupo ha demostrado una buena gestión de recursos y de costes, pues para afrontar la inflación en el mercado de fletes (transporte) ha usado su gran escala para sustituir contenedores, que están carísimos, por barcos: “un contenedor transporta 20.000 kilos y un barco, 20 millones de kilos”, ha explicado Hernández Callejas. Por tanto, ha transformado sus productos de forma más barata que otras empresas, mostrando así una ventaja competitiva.

Hernández Callejas considera que la inflación no va a seguir aumentando en los niveles que se han visto en las materias primas, aunque en energía no se aventura a hacer predicciones

Claro que Ebro Foods también ha tenido que lidiar con una menor demanda, debido a que los distribuidores están consumiendo sus fuertes stocks, tras el acaparamiento que llevaron a cabo cuando comenzó la guerra en Ucrania. Y de cara al segundo semestre, espera también una menor demanda, algo en lo que contribuirá el hecho de que las olas de calor en el sur de Europa no son buenas para algunos productos. Su presidente ejecutivo también ha aludido a que en pasta fresca ha subido todo: la energía, el material de embalar, el huevo, el trigo (que ha empezado a bajar, desde los 560 euros por tonelada, en España y Francia ya está en 470 y en Italia en 520, y ha ganado un 23% de área de cultivo en Canadá), el girasol... Eso sí, considera que la inflación no va a seguir aumentando en los niveles que se han visto en las materias primas, aunque en energía no se aventura a hacer predicciones y destaca que han tenido los precios altos del mercado, salvo en dos empresas de pasta fresca que tienen contratos a largo plazo (PPA) por su alta demanda de electricidad generada por gas. Además, considera que no sufrirán por el fuerte alza que está teniendo la marca blanca, que sí está quitando terreno a las marcas intermedias. 

“Ahora tenemos el portfolio que queríamos tener”, subraya Hernández Callejas, tras la compra de InHarvest por 45 millones, y destaca la apuesta por el crecimiento orgánico, con inversiones de 140 millones anuales, aunque sin descartar compras de “lo que conocemos y si nos encaja”, después del fiasco de Roland Monterrat. “No estamos negociando con ningún jugador”, afirma, además de referir que Garofalo, su marca premium de pasta seca, es “intocable” y que “algunos targets nos interesarían si se ponen a la venta”. Eso sí, continúa teniendo problemas en el mercado laboral norteamericano, francés y del norte de Europa para encontrar personal de fábrica: “en EEUU y otros países se han olvidado de los oficios y falta personal cualificado de producción”, y se nota más en países donde la tasas de paro son pequeñas y se acercan al pleno empleo (en EEUU es del 3,6%). 

Eso sí, la deuda neta ha aumentado en el primer semestre en 214,1 millones, hasta 718,8 millones. Entre las razones están: el pago de dividendos, el aumento en 160,4 millones en el ciruculante por las fuertes posiciones en materias primas, la compra de InHarvest, el pago del Impuesto de Sociedades (63,9 millones) o las inversiones.