Distribuidora Internacional de Alimentación (DIA) se hunde este martes en bolsa (la cotización cae un 9,35%, frente a un Ibex que lo hace un 3,4%) por varios motivos. En concreto, por las sanciones de la Unión Europea como respuesta a la invasión rusa de Ucrania, la caradura de Mikhail Fridman y Petr Aven, y los malos resultados de 2021: ha vendido menos (-3,4%) por la normalización de las compras, como ya avanzó hace más de un mes, pero superando el nivel prepandemia, mientras continúa en pérdidas, aunque las ha reducido un 29%.

Vayamos por partes. Ante la invasión rusa de Ucrania, la UE ha impuesto sanciones a personas, bancos y empresas rusas. Fridman y Aven han anunciado que las impugnarán al considerarlas “injustas” y basadas en “falsedades malintencionadas y deliberadas”, como se recoge en un comunicado al que ha accedido Europa Press, en el que también han subrayado que “no tienen ninguna relación financiera o política con el presidente Putin o el Kremlin”. Y en rueda de prensa, el propio Fridman ha señalado que “DIA está fuera de riesgo”, recordando que a través de LetterOne salvó a DIA de la quiebra y ha inyectado más de 2.000 millones. “Tenemos la gran aspiración de construir una gran empresa en España”, ha subrayado, recordando que vive y tiene su residencia fiscal en Reino Unido, aunque sus holdings tienen “cientos de miles de empleados” en Rusia y otros miles en otros países, y no le gusta que ahora “solo por ser ruso” no pueda hacer negocios en Occidente, aunque en un comunicado destaca que es ucraniano porque nació al oeste del país y que sus padres viven en Lviv.

Fridman recuerda que vive y tiene su residencia fiscal en Reino Unido, aunque sus holdings tienen “cientos de miles de empleados” en Rusia y otros miles en otros países, y no le gusta que ahora “solo por ser ruso” no pueda hacer negocios en Occidente

Conviene destacar que tanto Fridman como Aven también han mostrado cierta caradura, porque son los accionistas mayoritarios de LetterOne, sociedad que controla en un 77,704% el capital de DIA y que según el primero la ha salvado de la quiebra. En un hecho relevante remitido a la CNMV se ha subrayado que “ningún accionista ostenta, ni individualmente ni mediante acuerdo con otros accionistas, el control de LetterOne”. Es más, se refiere que ni Fridman ni Aven ostentan el control de LetterOne, por lo que DIA “considera que no se ve afectada en modo alguno, ni directa ni indirectamente” por el nuevo paquete de sanciones europeas. “Queremos trasladar un mensaje de estabilidad”, ha afirmado el presidente ejecutivo del grupo de distribución alimentaria, Stephan DuCharme, añadiendo que “ni LetterOne, ni en consecuencia DIA, están sujetos a sanción alguna” y “estamos trabajando intensamente y con agilidad en diferentes vías de contribución de valor al pueblo ucraniano”, al tiempo que ha apostado por la recuperación del diálogo apelando a la paz y solidaridad con los afectados. Eso sí, tanto Fridman como Aven han salido del Consejo de LetterOne, según informa Vozpópuli y se puede comprobar en la página web de LetterOne, aunque no creemos que hagan lo mismo en relación al accionariado de dicho vehículo. 

Vayamos a los resultados de DIA en 2021. Al descenso de ventas y de tiendas ya anunciados, se suman ahora unas pérdidas de 257,3 millones de euros, inferiores en un 29,3% a las del año anterior (-363,8 millones), mientras el beneficio bruto se ha mantenido casi igual (-0,7%), situándose en 1.489 millones, y el Ebitda ajustado ha ascendido un 1,1%, a 124,3 millones. En estos aspectos ha contribuido la reducción de gastos financieros (-60%) por los menores costes y la gestión activa del riesgo de tipo de cambio, aunque los gastos de explotación han aumentado (especialmente en España, donde el encarecimiento de la luz ha supuesto un sobrecoste de 40 millones). Eso sí, la deuda financiera neta ha bajado a 404 millones, frente a los 1.276,3 millones de 2020, tras culminar la operación de recapitalización y refinanciación global el pasado septiembre.

Y por último, conviene recordar que Fridman entró en el accionariado de DIA el 28 de julio de 2017 y aunque presuma de haberla salvado de la quiebra, lo cierto es que no gusta al mercado -y por tanto a los inversores-. En aquel momento, la cotización del grupo era de 6 euros y ahora está en 0,013 euros, es decir, se ha depreciado un 99,783% desde la llegada de Fridman. Y tampoco se puede olvidar que DIA ha perdido cuota de mercado en 2021: ha pasado del tercer al cuarto puesto, por detrás de Mercadona, Carrefour y Lidl