El interés del BBVA por contratar los servicios de Juan Antonio Alcaraz, no ha muerto ni mucho menos. Carlos Torres sigue buscando un sustituto para el CEO Onur Genç, aunque no se atreve a relevarlo por las presiones de Erdogan, ahora totalmente enfocado en paliar las dramáticas consecuencias de los terremotos que han asolado su país y la vecina Siria.

El primer obstáculo para el fichaje de Alcaraz es la cláusula de no concurrencia -un año sin fichar por la competencia-, aunque a nadie se el escapa que si el BBVA está realmente interesado en contratarle, se haría cargo de la indemnización. No sería la primera ni la última vez que se hace.

En cualquier caso, los dos principales argumentos de los que no apuestan por Alcaraz son que no habla un inglés fluido y que no es experto en banca digital, uno de los ejes estratégicos del BBVA, junto a la sostenibilidad.

En su haber, el ya citado interés de Torres por reemplazar a Genç. Además, el presidente no quiere a nadie del Consejo porque considera que, salvo Raúl Galamba, consejero coordinador y ex McKinsey como Torres, no son de los ‘suyos’. El presidente, asimismo, tampoco está dispuesto a proponer un candidato que pueda rechazar el Consejo.

En este contexto, Alcaraz es una solución y está al alcance de la mano. Además, Juan Antonio va camino de los 61 años frente a los 56 de Carlos Torres, es decir, no le disputaría el puesto al presidente, y eso es lo más importante.

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