Dassault Aviation es uno de los dos campeones franceses de Defensa: se encarga de la construcción de aviones militares, entre ellos, el Rafale; mientras Thales se dedica al tema de la informática militar -radares, etc.-. Este miércoles, el primero ha dado a conocer sus resultados de 2023 y ha recibido castigo bursátil (la cotización cae más de un 7%), se ve que a los inversores no les ha hecho gracia la bajada en ingresos por los retrasos en las entregas.

Al hilo de que Dassault sea uno de los dos campeones franceses en materia de Defensa, conviene referir que en España sólo hay uno y se dedica a la parte informática: Indra, que precisamente este miércoles ha dado a conocer su nuevo plan estratégico. Asimismo, Dassault fue elegido por Emmanuel Macron como coordinador nacional en el proyecto de avión de combate europeo FCAS, el cual comparte con España y Francia, países que optaron por Indra y Airbus, respectivamente como sus coordinadores. No olviden que el hecho de que Pedro Sánchez eligiera a Indra enfadó a Airbus, que no tuvo la misma reacción ante la designación de Dassault por parte del Gobierno Macron: lógico, Airbus posee el 10,24% del capital y el 6,31% de los derechos de voto de este fabricante francés de aviones militares y jets privados; y además, el galo Guillaume Faury es CEO de Airbus. Eso sí, el gigante aeronáutico europeo conserva dicha participación, tras haber hecho desinversiones hace unos años, y antes se llamaba EADS -surgido de la fusión de la francesa Aérospatiale Matra (a la que el Estado francés había traspasado sus acciones en Dassault), la alemana Dasa y la española CASA-; aunque el primer accionista de Dassault es Grupo Industrial Marcel Dassault (64,31%) y hay un 23,25% de capital flotante en manos del mercado. 

La facturación de 4.801 millones, sobre todo, se debe a la entrega de 19 aviones militares Rafale y 26 jets privados de la familia Falcon (ya saben, la preferida de Pedro Sánchez), frente a los 14 y 32, respectivamente, entregados el año anterior

Volvamos a los resultados de Dassault Aviation en 2023. Los ingresos han pasado de 6.929 millones de euros a 4.801 millones, un descenso notable que se explica por los problemas en la cadena de suministro, que llevaron a retrasos en algunas entregas. La facturación alcanzada, sobre todo, se debe a la entrega de 19 aviones militares Rafale y 26 jets privados de la familia Falcon (ya saben, la preferida de Pedro Sánchez), frente a los 14 y 32, respectivamente, entregados el año anterior. Asimismo, han reconocido haberse quedado cortos de las previsiones por los problemas en la cadena de suministro y el retraso en la entrada en servicio del Falcon 6X (logró certificación de EASA y FAA el pasado 22 de agosto, pero no hizo su primera entrega hasta febrero de este año).

Aviones Rafale y Falcon

Por su parte, la cartera de pedidos del fabricante aeronáutico francés que tiene como presidente y CEO al ingeniero Éric Trappier ha continuado creciendo, gracias al éxito comercial de Rafale, hasta un importe de 38.508 millones, frente a los 35.008 millones de 2022: ha pasado de 164 pedidos de Rafale a 211 (141 para exportar a otros países y 70 para Francia), y de 87 Falcon a 84. Y todo esto en un momento en que las inversiones en Defensa están creciendo en todo el mundo ante el panorama de la guerra en Ucrania, el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza, y la crisis en el mar Rojo.

El beneficio neto récord puede haber pesado para elevar el reparto de dividendos a 266 millones, un premio a los accionistas, pese al incremento de las deudas financieras y el descenso de la tesorería a 7.294 millones

El resultado operativo de Dassault Aviation ha descendido desde 572 millones a 349 millones; y el margen operativo ajustado sobre ingresos ha pasado del 8,3% al 7,3%. Eso sí, el fabricante aeronáutico francés ha logrado un beneficio neto récord de 886 millones, frente a los 830 millones que ganó en 2022, y precisamente esto último puede haber pesado para el aumento del reparto de dividendos de 249 millones a 266 millones. Sí, ha dado premio a los accionistas, a pesar de que las deudas financieras se han incrementado ligeramente (de 234 millones a 262 millones) y de que la tesorería ha bajado de 9.529 millones a 7.294 millones por los mayores saldos pendientes (principalmente por la ejecución de contratos militares y la puesta en marcha del Falcon 6X), la recompra de acciones propias y la adquisición de una participación adicional en Thales (ahora controla el 24,99%). 

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Recuerden que decíamos que Airbus había volado con alguna turbulencia, pero mejor que el estadounidense Boeing en 2023. Pues bien, esto también se puede aplicar a Dassault, con la diferencia de que Airbus sí ha aumentado los ingresos un 11%, aunque ha reducido la ganancia por ajustes debido al desfase en algunas entregas; mientras que fabricante aeronáutico francés ha bajado en ingresos y ha tenido beneficio neto récord.