Entre col y col, lechuga. La capacidad de embuste del Gobierno Sánchez es de tal calibre que hace una semana la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, insultaba al portavoz de Vox, Espinosa de los Monteros, asegurando que el Gobierno no habían subido los impuestos y el martes 8 de noviembre, el Consejo de Ministros (ver aquí) decidía subir las cuotas sociales que pagan empresas y trabajadores (en proporción 80/20%)... cuotas que, también el martes, se demostraba que no daban para pagar las pensiones y por tanto había que pedir un nuevo crédito al Estado para las jubilaciones.

¿Que qué consecuencias tendrá esto? Sencillo: que habrá cada día más paro y más economía sumergida. Todo muy socialista. O sea, una ruina.

A los autónomos, la única salida que nos quedaba para crear empleo, también les sube los impuestos. ¡Hay que ser bruto!

La única solución para salir de este círculo vicioso es lo que en su día propusiera el mejor presidente que ha tenido la patronal CEOE, José María Cuevas: suprimir las cuotas sociales y financiar las pensiones con IVA. Este Gobierno es una ruina porque hace lo contrario: sube las cotizaciones sociales cuando tenía que bajarlas y sustituirlas por imposición indirecta, por IVA.

No hay que grabar lo que se gana sino lo que se gasta. Entre otras cosas porque, en una sociedad moderna, la renta se convierte inmediatamente en inversión. Y si quiere disfrutar lo ganado, si quiere gastar, que no invertir, entonces sí que le gravo: que colabore con los demás a través del IVA.

El socialismo odia al IVA. ¿Por qué? Porque el socialismo no es más que envidia del rico y sólo piensa en fastidiar a ese rico, no en mejorar la vida de los pobres.

Más sobre la barbaridad, otra más, perpetrada por Sánchez en el Consejo de Ministros del martes 8: quede claro que los dos problemas económicos de España son la quiebra de las pensiones y el paro crónico. Pues bien, con todo lo dicho, la política de Calviño, Díaz y Escrivá no soluciona esa situación: la agudiza.

Para salvar el sistema de reparto (solidaridad intergeneracional) y lograr el pleno empleo hay que caminar en direccion opuesta a Sánchez: despido libre, impuestos bajos, salarios dignos

Ejemplo: subirle los impuestos a los autónomos es cerrar la única salida que nos quedaba para crear empleo. El autónomo renuncia a las ventajas de la baja laboral -si no trabaja, no cobra- así como a una mejor jubilación, a cambio de poder sacar a su familia adelante, aquí y ahora, pagando menos cuotas sociales. Pues bien, el ministro Escrivá no hace otra cosa que cerrar esa salida del laberinto, subiéndoles los impuestos. No te doy empleo pero te pongo más difícil que tú mismo crees tu propio puesto de trabajo, el autoempleo, el cuentapropismo.

Pensiones. A ver, para salvar el sistema de reparto, es decir, la solidaridad intergeneracional, sistema que está quebrado, así como para lograr el pleno empleo hay que caminar en dirección opuesta a Sánchez: despido libre, con un sólo contrato indefinido e indemnización pactada de antemano, con lo que desaparecería el miedo a contratar, impuestos bajos, sobre todo los laborales, sobre todo las cuotas y, eso sí, lo anterior a cambio salarios dignos, empezando por el salario mínimo, que debe situarse, dados los precios existentes hoy en España, por encima de los 1.200 euros netos -he dicho netos- mensuales por una jornada laboral de 40 horas pero, ojo, igualando el neto al bruto. Es decir, con supresión total de impuestos para ese tipo de retribuciones. Y ahora, no sólo hablo de cuotas.

Si no, pues seguiremos en la línea Sánchez: camino de la ruina.

Sí, hay solución. De entrada, cuotas por IVA.