Una década después del lanzamiento de Fusión, Telefónica España puso fin al invento de Luis Miguel Gilpérez que revolucionó el sector en nuestro país. Fusión implicaba pagar menos por todos los servicios, pero implicaba contratarlos todos.

Eso se acabó en mayo de este año con el lanzamiento de miMovistar, la nueva estrategia de la compañía cuya idea fuerza es ‘Elige solo lo que necesitas’. Ya no hay que contratarlo todo y pagar por ello, sino que el cliente, partiendo de la conectividad (internet, voz y datos), puede ir añadiendo módulos como contenidos de televisión o servicios de salud y seguridad.

La campaña, a priori, parecía una buena idea, pero, tras un mes en funcionamiento, se ha demostrado un fracaso porque los clientes, efectivamente, han elegido solo lo que necesitan y pagar por ello y por nada más. Primer efecto y más doloroso: el Arpu de Telefónica España -promedio de ingresos por usuario-, el más elevado del sector, ha caído a niveles preocupantes.

El lanzamiento de Fusión provocó tensiones dentro de la teleco porque suponía jibarizar la compañía, pero finalmente se impuso y marcó el ritmo del sector. El lanzamiento de miMovistar no fue tan discutido internamente, pero ha provocado justo el efecto contrario al deseado. Como asegura una fuente de la propia Telefónica de España: los resultados sólo pueden resumirse con una palabra: pobres.

Y todo esto a las puertas del verano y, más importante aún, en vísperas del comienzo de un nuevo curso, momento en el que las telecos lanzan sus ofertas más agresivas. Lo que está claro es que Álvarez Pallete tendrá que tomar decisiones en septiembre. Y a lo mejor tienen que ser decisiones duras.