Eduardo Arbizu, ex responsable jurídico del BBVA, cometió el error de asegurar -tenía derecho a no hacerlo- que también quería responder a las preguntas del fiscal
El juez Manuel García-Castellón, ha decidido meter la directa con la pieza BBVA del Caso Villarejo. Ya era hora. Esta semana va a tener mucho trabajo.
Probablemente una de las declaraciones más breves haya resultado la más enjundiosa. El director de la sucursal del BBVA en la glorieta madrileña de Cuatro Caminos, cerca de la entonces sede central de la entidad, afirmó que no recuerda bien si Presidencia (Francisco González) o el responsable de Seguridad, Julio Corrochano, fue quien llamó para que abriera una cuenta a nombre de Cenyt con un millón de euros. Recuerden que lo demostrado hasta ahora es que el BBVA abonó 10 millones de euros a Cenyt, la empresa de José Manuel Villarejo.
Pero esa declaración ha durado poco. La que sí ha durado, casi dos horas, es la declaración de Eduardo Arbizu, ex responsable jurídico del BBVA. A ver: dos horas largas contestando a las preguntas de su abogado bajo el mantra: no tengo ni idea de lo que pasó, nada tengo que ver con Villarejo, nunca supe nada. Pero cometió el error de asegurar -tenía derecho a no hacerlo- que también quería responder a las preguntas del fiscal. Y claro, allí fue Troya: la acusación le leyó correos suyos, por ejemplo uno en el que el propio Arbizu aclaraba que había varias cláusulas del contrato con Villarejo mal dispuestas, que había que cambiarlas... Menos mal que no sabía nada.
Al tiempo, Arbizu citó a Carlos Torres pero no le comprometió demasiado. A quien sí comprometió fue a FG y, atención a Juan Béjar, el único directivo de BBVA (junto al periodista Javier Ayuso, no lo olvidemos) que aceptó colaborar con la justicia... y al que por tanto, todo el equipo FG llama traidor.
En definitiva, la instrucción -¡menos mal!- de la pieza BBVA del caso Villarejo entra en la recta final. Por ahora, esa instrucción tiende a que pasen a juicio oral como acusados FG, Arbizu, Béjar, etc... y la persona jurídica BBVA, que probablemente resulte lo peor de todo.