El BCE anuncio ayer que acelerará la creación de un mecanismo que evite otra crisis en las primas de riesgo. La entidad avanza en el diseño de "un nuevo instrumento contra la fragmentación" financiera dentro de la eurozona. El encuentro se convoca después del repunte de la rentabilidad de los bonos soberanos de Italia, España, Grecia y Portugal.

Y ayer, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) realizó la mayor subida de tipos de interés desde 1994 con un incremento de 0,75 puntos para hacer frente ante el inesperado repunte de inflación del mes de mayo.

En ese contexto, el Tesoro español ha realizado hoy una nueva subasta de deuda en la que ha adjudicado
4.511,48 millones de euros en bonos y obligaciones del Estado, pero ha tenido que pagar con intereses mucho más elevados a los inversores. La demanda conjunta de las tres referencias subastadas este jueves ha superado los 6.966 millones de euros.

En concreto, el Tesoro ha colocado 2.206,54 millones de euros en bonos del Estado a 5 años, con un interés marginal del 2,367%, casi el doble del 1,407% ofrecido en la última subasta.

En las obligaciones del Estado a 15 años, el Tesoro ha colocado 1.291,45 millones de euros, con la rentabilidad marginal en el 3,273%, frente al interés del 1,047% de la emisión previa.

De su lado, en las obligaciones del Estado con una vida residual de 8 años 1 mes ha colocado 1.013,49 millones de euros, con el interés marginal en el 2,697%.

A todo esto, el interés que alcanzaba hoy el bono español a diez años era del 3,04%, una burrada.

Mientras que la prima de riesgo en España cotizaba en los 121 puntos. Su valor ha aumentado 1 punto desde el día previo.

Ojo: la solución a esta estrategia no es que el BCE nos siga comprando bonos sino que Sánchez no emita tanta deuda para mantenerse en el poder.