The Coca-Cola Company ha perdido algo de gas en el primer trimestre, después de tener un gran 2022 en el que aventajó a su principal rival, PepsiCo, en resultado neto. Y es que entre enero y marzo ha disparado ingresos y beneficio neto por los mayores precios y algunos extraordinarios,... pero ha visto bajar su margen operativo y el flujo de caja libre.

La multinacional de refrescos, con sede en Atlanta (EEUU) y que tiene entre sus consejeros a Ana Botín, presidenta del Banco Santander, ha notado el impacto de los mayores costes y los tipos de cambio, pese al aumento de los precios en sus productos. De hecho, su margen operativo se ha situado en el 30,7%, frente al 32,5% obtenido hace un año, y el beneficio operativo ha descendido un 1%, a 3.054 millones de euros. Además, el flujo de caja operativo ha descendido en 417,2 millones de euros por compras y desinversiones, y el flujo de caja libre lo ha hecho en 471,6 millones de euros, hasta situarse en terreno negativo (-109 millones).

Claro que Coca-Cola prefiere destacar que ha disparado su beneficio neto un 12%, a unos 2.818 millones, gracias no sólo a los mayores precios (+11%) sino también a algunos extraordinarios (entre ellos, un nuevo acuerdo de franquicia en Vietnam). Los mayores precios también son los responsables del aumento de la facturación en un 5%, a 9.959 millones, pues los volúmenes sólo han crecido un 3%: el negocio de refrescos ha elevado sus ingresos un 3%; mientras el de agua, bebidas deportivas, café y té ha presentado un incremento del 5%.

Su presidente y CEO, James Quincey, destaca que las cifras reflejan la “resiliencia” de la multinacional y confía en que se cumplirán los objetivos anuales (un crecimiento de los ingresos orgánicos del 7%-8% y un flujo de caja libre de unos 9.500 millones de dólares)

Su presidente y CEO, James Quincey, ha destacado que las cifras reflejan la “resiliencia” de la multinacional en un entorno “dinámico”, gracias a que “nuestra organización en red nos permite adaptarnos cuando es necesario”. Y confía en que cumplirán los objetivos anuales (un crecimiento de los ingresos orgánicos del 7%-8% y un flujo de caja libre de unos 9.500 millones de dólares, es decir, unos 8.616 millones de euros)... y de ello dependerá que tenga otro sueldo chispeante, como en 2022, o no.

En paralelo, se ha conocido que en Iberia (España y Portugal), habrá cambio en la cúpula de Coca-Cola: el argentino Juan Ignacio de Elizalde dejará la dirección general en junio, un cargo que ocupa desde 2017 y que parece que será el último que desempeñará en la multinacional a la que se incorporó hace 20 años. Llegó presumiendo de lo mucho que Coca-Cola mimaba a España y alabando la relevancia de nuestro país, pero sin entrar en el conflicto laboral que por entonces se vivía en la planta de Fuenlabrada (Madrid). Ahora será relevado por el español Carlos Martín Carrión, quien hasta ahora es director general de Coca-Cola en Colombia y Venezuela, según avanza Expansión, y lleva sólo tres años en la ‘marca de la felicidad’, a la que se unió tras haber trabajado en Procter & Gamble y Danone.