La ‘megaembotelladora’ Coca-Cola Europacific Partners (CCEP) ha celebrado su Junta de Accionistas. Una cita en la que, una vez más, la familia catalana Daurella se ha salido con la suya… mientras crece al 25% el rechazo de los accionistas a su aumento de poder sin verse obligada a lanzar una OPA.

Recuerden que el primer accionista de CCEP es Olive Partners, una sociedad controlada por la familia Daurella y por otros antiguos embotelladores españoles del famoso refresco, como los Comenge y losGómez-Trenor. Olive Partners controla el 36,4% de la ‘megaembotelladora’ europacífica y en cada Junta de Accionistas desde 2021 se propone un acuerdo que recoge una dispensa por la que se le permite aumentar su participación hasta el máximo del 40,10% del capital sin tener que lanzar una OPA. Es decir, se deja que Olive Partners se pueda saltar la Ley de OPAs, que establece que si un accionista supera el 29,9% del capital de una compañía debe lanzar una oferta por el 100% de la misma.

La citada dispensa no contribuye en nada a proteger al pequeño accionista, que es una de las tareas de la CNMV. Sin embargo, el regulador bursátil español, ahora con Carlos San Basilio a los mandos, se mantiene en silencio, al igual que cuando la presidía Rodrigo Buenaventura (diciembre de 2020 a diciembre de 2024). Sin embargo, los accionistas no dejan de mostrar un creciente rechazo a dicho permiso especial a Olive Partners y lo vienen demostrando en las distintas Juntas de Accionistas: se situó en el 17,89% en la de 2021, en el 17,5% en la de 2022, en el 21,9% en la de 2023 y en el 22,94% en la de 2024… y en este último porcentaje contribuyó la oposición del proxy -asesor de voto de los fondos- Institutional Shareholder Services (ISS). Ahora, en la Junta de este año, los votos en contra de la citada dispensa (recogida en la propuesta número 24) han ascendido al 25,05%.

Consejo de Administración de CCEP

Claro que este no ha sido el único punto que ha generado rechazo entre las 29 propuestas presentadas. Cabe destacar que la reelección de Manuel (“Manolo”) Arroyo y la de José Ignacio Comenge como consejeros continúan sin gustar demasiado a los accionistas: el primero está muy bien remunerado (12 millones de euros) como vicepresidente ejecutivo y director global de Marketing de la multinacional The Coca-Cola Company (la cual es accionista de CCEP, con una participación del 19% del capital) y ha recibido un 18,07% de votos en contra, más que en la Junta del año pasado (15,60%); y el segundo, que también es consejero de Ebro Foods, entre otras empresas, ha tenido un 14,42% de votos negativos, frente al 15,62% de la Junta anterior.

Parece que Arroyo y Comenge gustan menos que la presidenta de CCEP, Sol Daurella, cuya reelección ha recibido un rechazo del 8,38%. Eso sí, a los accionistas parece que les gustan mucho más otras personas dentro de la familia catalana: Mario Rotllant Solá, ex primo político de Sol (estuvo casado con su prima Carmen Daurella Aguilera, pero se divorciaron), cuya reelección como consejero sólo recibió un 1,7% de ‘noes’; y Alfonso Líbano Daurella, primo hermano de Sol, ha sido reelegido como consejero y sólo ha recibido un ligero rechazo del 1,32%. Además, dejando a un lado la familia catalana, otro antiguo embotellador de Coca-Cola en nuestro país (la familia Gómez-Trénor) también parece que cae mejor: en concreto, su representante Álvaro Gómez-Trenor Aguilar, reelegido como consejero y con solo un 1,45% de votos en contra.