¿Recuerdan lo de la “Champions League de las economías mundiales”, que dijo Zapatero en 2007 sobre la economía española? Se equivocó -o nos engañó- de cabo a rabo y el golpetazo fue, ese sí, histórico. ¿Podemos hablar ahora de tener un sistema financiero de ‘Champions’?

Para empezar, conviene recordar que las comparaciones son odiosas y muchas veces injustas. Por eso, aunque de los seis parámetros analizados las entidades de nuestro país solo superan la media europea en dos, no se puede concluir que sean peores.

Vamos con el margen de intereses, el principal damnificado de la política económica del BCE. Los bancos españoles, tras muchos trimestres a la baja, cerraron 2021 con un margen de intereses en el 1,02, frente al 1,24 de la media europea, según el informe ‘Pulso a la banca’, elaborado por Álvarez & Marsal. No se preocupen: en cuanto el BCE suba los tipos, aunque sea mínimamente, las entidades españolas recuperarán el brío perdido.

En morosidad, uno de los talones de Aquiles del sector financiero español desde la crisis de las subprime, tampoco aprobamos a pesar de cerrar el pasado año -después de cinco años- por debajo del 4% Y es que la media europea se situó en el 2,1%.

La rentabilidad es la gran asignatura pendiente… de todo el sector financiero europeo. Los bancos españoles, después de los durísimos ajustes de los últimos años, han mejorado, y cerraron 2021 con una rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del 7,1%, frente a la media europea del 7,6%. Las entidades europeas tampoco andan sobradas de ROE, como se ve.

La solvencia también es importante, aunque más para el BCE que para el día a día de las entidades, porque un banco puede rebosar solvencia, pero si no es rentable no sirve para nada. Así, las entidades españolas, que no andan mal de solvencia, cerraron el pasado ejercicio con una ratio CET1 fully loaded del 12,8%, frente al 15,7% de la europea.

Donde menos se notan las diferencias es en el coste del riesgo, que para los bancos españoles se situó en el 0,46% -similar a 2019-, frente al 0,47% de la media europea. Y de ahí, al único indicador en el que superamos al resto de entidades de la UE: la liquidez, con una ratio de préstamos sobre depósitos del 85,3%, mejor que el 108% del resto del sector europeo.