La reunión entre el Gobierno y las grandes eléctricas no dio para grandes titulares, pues el primero se niega a acometer ninguna medida para abaratar luz, gas y carburantes... y mucho menos a hacerlo antes del Consejo Europeo. Aunque sí hay alguna anécdota que no es baladí, como el cabreo de Ignacio S. Galán ante la propuesta que plantearon Naturgy y Endesa de que cada energía cobre en el ‘pool’ lo que cuesta y no el precio de la última que entra (es decir, del gas), en una cita a la que también acudieron los primeros ejecutivos de Repsol, AccionaEDP España

Esta sería una idea para desacoplar el precio del gas (que como saben, lleva bastante tiempo siendo elevado y la invasión rusa a Ucrania y las sanciones a Rusia han añadido más tensión) del precio de la luz. Claro que es lógico que al presidente y CEO de Iberdrola no le haya gustado nada, porque esta eléctrica es la gran beneficiada, porque la eólica, la solar y la hidráulica entran de las primeras en el ‘pool’, pero se acaban pagando al precio del gas. Y ojo, en 2021, el 66% del precio de la luz lo marcó la hidráulica, en la que Iberdrola tiene una gran presencia. Eso sí, Galán prefirió señalar que “aquí los que tienen beneficios caídos del cielo son los del gas y el petróleo”, como informa El Mundo, aunque la realidad parece que es algo distinta, e Iberdrola también se habría aprovechado -y bastante-. Además, las compañías insistieron en negar que estén generando beneficios caídos del cielo (también llamados windfall profits) por la subida de los precios de los mercados, porque tienen casi toda su producción vendida con antelación y a un precio muy inferior a la cotización mayorista. 

En Europa no gustan los límites de precios ni la propuesta de compras conjuntas de gas. Esto último sólo sería para las reservas estratégicas del próximo invierno. Eso sí, habrá que esperar a ver qué se decide en el próximo Consejo Europeo

Una segunda idea para desacoplar el precio del gas sería sacar este del ‘pool’, pero claro, el Estado tendría que establecer una compensación para los ciclos combinados. Esto podría ser fijando una especie de canon o bien utilizando la fórmula del déficit de tarifa que ya hizo en el pasado con las renovables. Esto último no sería lo más positivo, pues recuerden que es la pesada herencia de José Luis Rodríguez Zapatero que aún seguimos pagando y que tardaremos unos años en liquidarla: recuerden que en su día llego a cerca de 30.000 millones de euros, cerró 2019 en 16.602 millones y 2020 en 14.294 millones.

Por la tarde, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y la titular de Hacienda y Función Pública, María Jesús (Marisu) Montero, se reunieron con empresas del sector refinero y petrolero, pero en La Moncloa ni siquiera se hicieron eco de la cita a la que acudieron representantes de Cepsa, Repsol, BP España, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) y la Unión de Petroleros Independientes (UPI). Se pudo intercambiar posiciones, pero no se concluyó nada porque el Gobierno sigue buscando fórmulas para abaratar los carburantes, a pesar de que no parece tan difícil, eso sí, recaudaría menos: el 50% del precio de la gasolina y el gasóleo son impuestos (IVA e Impuesto Especial sobre Hidrocarburos). Y eso que la cuestión parece urgente, dado el paro que está viviendo el sector del transporte y que está repercutiendo ya en los suministros de industrias y supermercados. 

En el entretanto, España fracasa en Europa, a pesar de la gira que ha llevado a Pedro Sánchez por varios países (Eslovaquia, Rumanía, Italia, Alemania, Francia y Bélgica) para intentar ganarse el apoyo de diversos líderes a sus propuestas (por ejemplo, en Roma se reunió con los primeros ministros de Italia, Portugal y Grecia) ante la situación de los precios de la energía. Otro ridículo de Sánchez... y ya van unos cuantos. Ya ha habido algún donde dije digo, digo Diego: el planteamiento de topar el precio de la luz en 180 euros por megavatio hora (MWh), que hacía junto a Portugal, se ha descartado, porque en Europa no gustan los límites de precios. Y también han quedado en agua de borrajas tanto la idea de desacoplar el precio del gas del de la luz, porque no es algo que interese a todos los países, como la propuesta de hacer compras conjuntas de gas, pues en la Unión Europea se piensa en compras conjuntas sólo para las reservas estratégicas del próximo invierno, en el que sí preocupa el suministro. Eso sí, habrá que esperar a ver qué se decide en el próximo Consejo Europeo y qué medidas toma el Gobierno Sánchez el martes 29.